HISTORIA DE LA FILOSOFÍA.

 

 

ÍNDICE

Página

Contexto de la Filosofía Antigua

 

Presocráticos y Sócrates

 

PLATÓN y Comentario Texto PLATÓN

 

ARISTÓTELES y Comentario Texto

 

Contexto de la Filosofía Medieval

 

AGUSTÍN de Hipona y Comentario Texto

 

TOMÁS de Aquino y Comentario Texto

 

G. de OCKHAM y Comentario Texto OCKHAM

 

Contexto Filosofía Moderna I y II

 

DESCARTES y Comentario Texto

 

DAVID HUME y Comentario Texto DAVID HUME

 

KANT y Comentario Texto KANT

 

Comentario Texto GALILEO

 

Comentario Texto MAQUIAVELO

 

Comentario Texto SPINOZA

 

Comentario Texto LOCKE

 

Comentario Texto ROUSSEAU

 

Contexto Filosofía Contemporánea. Siglo XIX

 

Contexto Filosofía Contemporánea. Siglo XX.

 

KARL MARX y Comentario de Texto

 

NIETZSCHE y Comentario de Texto

 

Comentario de Texto WITTGENSTEIN

 

Comentario de Texto ORTEGA y GASSET

 

Comentario de Texto SARTRE

 

Comentario de Texto HABERMAS

 

CONTEXTO DE LA FILOSOFÍA ANTIGUA.

 1. ORIGEN DE LA FILOSOFÍA

La historia de la filosofía occidental se remonta a la Antigua Grecia, y se la puede dividir en cinco períodos: la filosofía antigua, la filosofía medieval, la filosofía renacentista, la filosofía moderna y la filosofía contemporánea. La filosofía antigua va desde el siglo VI a. C, hasta la decadencia del Imperio Romano, e incluye pensadores como Platón y Aristóteles. El período medieval llega hasta finales del siglo XV, cuando deja lugar al Renacimiento. La filosofía moderna va desde finales del siglo XVI hasta el período de principios del siglo XIX. La filosofía contemporánea comprende el desarrollo filosófico del siglo XIX hasta la actualidad, que incluye pensadores y escritores postmodernos.

La FILOSOFÍA ANTIGUA nace en Grecia en el S.VI a.C. Aparece por el paso de una explicación mitico-religiosa de la realidad (los dioses de los mitos) a una explicación más racional (las causas). La pregunta es ¿Cómo es la Naturaleza? Los primeros filósofos presocráticos (Mileto, Heráclito, Parménides y los Pluralistas) se preguntan por el Arjé, el principio del que surge todo. Heráclito propuso como característica de la Naturaleza el constante cambio (devenir) y la existencia de una ley natural (el Logos). Parménides separa lo que viene de los sentidos (falso) de lo que captamos con la razón (verdadero). Los filósofos pluralistas pensaron que el Arjé no es un solo elemento, sino la combinación de varios. En el siglo V a.C. se produce un cambio (Giro Antropológico). Se deja la Naturaleza y se estudia al Ser Humano, la Ética y la Política. Los Sofistas estudian las diferentes normas morales y políticas de las Polis griegas, y concluyen que son convenciones, acuerdos entre las personas y, por eso, pueden ser cambiadas. Es una posición relativista: no existe la verdad absoluta, depende de a quién se pregunte. Sócrates también se preocupa por la Política o la Ética, pero de forma diferente. Existen Verdades Universales (Conceptos Universales). La razón puede llevarnos a la verdad si seguimos un método basado en el Diálogo. La Filosofía debía ser ético-práctica, aclarar conceptos como Virtud, Justicia o Bien. Sólo quien conozca el Bien será bueno. Sólo la virtud y la razón pueden dar la felicidad. A esa teoría se le llama Intelectualismo Moral.

 

Platón, discípulo de Sócrates, trata de resolver los problemas de las filosofías anteriores. Con respecto a la Naturaleza, Platón construye su Teoría de las Ideas. Existen dos niveles en la realidad: el Mundo Sensible (cambiante) y el Mundo Inteligible (el de las Ideas fijas y eternas). El verdadero es el de las Ideas, jerarquizadas (en la cima la Idea del Bien). Tiene un objetivo político, la necesidad de crear un Estado perfecto en el que los más sabios gobiernen (aquellos que conocen el bien), los filósofos reyes.

 

Aristóteles comenzó criticando a Platón. Las esencias de las cosas no están separadas de las cosas, las ideas están dentro de las cosas. La verdadera realidad no son las Ideas, son las cosas concretas captadas por los sentidos. Y las cosas son una suma de materia (sensible) y forma (la idea platónica). En cuanto a la Ética y la Política, Aristóteles parte de la idea de que el Ser Humano es un ser social por naturaleza y, sólo en sociedad alcanza su finalidad que es la de ser feliz. ¿Cómo llegar a la felicidad? a través de la Virtud que es la capacidad para mantenerse en un término medio entre extremos viciosos, término medio que viene de la prudencia y la sabiduría. En Política defiende la necesidad de que la experiencia guie a los políticos para alcanzar el bien común, el bien de todos los hombres.

 

El periodo Helenístico es el tiempo de la decadencia de las Polis griegas y la llegada de Roma. Es un momento depresivo de la Filosofía. Las escuelas importantes son los Epicúreos y los Estoicos. Se abandona la Filosofía teórica (explicar la Naturaleza) y se vuelcan hacia una Filosofía Práctica, la Ética. Los Estoicos percibirán la Filosofía como Terapia contra los males humanos. Y los Epicúreos defienden que la Filosofía debe lograr la felicidad, felicidad entendida como placer.

 

 

 

 

EL NACIMIENTO DE LA FILOSOFÍA.

 

1.- PRESOCRÁTICOS.

 

El paso del mito al logos. La curiosidad llevaba a los griegos a preguntarse por el movimiento del sol, la luna y las estrellas. MITO: Es un conjunto de narraciones acerca del mundo, los hombres, los dioses y la naturaleza, para explicar la realidad. LOGOS o explicación racional. Se buscan respuestas concretas: ¿cuál es el origen del universo? La respuesta exige elementos: agua, fuego, aire, tierra... Los dioses son eliminados de la explicación. La idea de "necesidad" sustituye al capricho divino en la explicación de los acontecimientos. Se descubre el orden y armonía de la naturaleza. Conocer será captar lo permanente de las cosas, se requiere un esfuerzo intelectual para captar la naturaleza o el ser de las cosas.

 

La Naturaleza. Conjunto de seres que pueblan el universo. El universo es ordenado, un cosmos regido por leyes. Cada uno de sus objetos -hombres, minerales, plantas...- está en el lugar que le corresponde. La naturaleza es dinámica, no algo estático e inerte. Por tanto, negar el cambio y el movimiento es negar la naturaleza (contra Parménides).

2.- SÓCRATES. IRONÍA Y MAYEÚTICA. Sócrates nace en Atenas. Pertenecía a la clase popular. Fue soldado y ejerció cargos públicos. Importunaba a todos haciendo preguntas. Ya anciano, sus enemigos le llevaron ante el tribunal acusándole de corromper a la juventud. Sócrates se burla de las acusaciones en el juicio y es condenado a muerte. Mientras espera el veneno conversa con sus discípulos sobre la inmortalidad del alma.

 

A diferencia de los sofistas, que tenían una concepción relativista de la verdad (la verdad depende de quien la piense), Sócrates plantea la posibilidad de un conocimiento universal y verdadero. Su método es el DIÁLOGO. A través del diálogo los seres humanos pueden compartir aquello que saben y hacerlo verdadero para todos, hacerlo UNIVERSAL. Sócrates descubrió las Definiciones Universales. Por ejemplo: se trata de averiguar si la Ley de Atenas es Justa. Sócrates pregunta qué es la Justicia, estudia los distintos sentidos que tiene la palabra, rechaza las definiciones inconsistentes o contradictorias. Al final plantea la definición UNIVERSAL (para todos) de la Justicia. Así sabremos si la Ley de Atenas es justa. Los Sofistas cuestionaron la posibilidad de conocer la verdad, La verdad existe y puede ser conocida por el hombre.

 

El método del DIÁLOGO tiene dos partes: la IRONÍA y la MAYEÚTICA. Hay que reconocer la propia ignorancia para ponerse en busca de la verdad. Lo primero es despojar al discípulo del falso saber. La IRONÍA es la parte negativa del tratamiento, consiste en convencer al discípulo de que en realidad no sabe, de que lo que creía saber es falso. Sócrates decía primero que sí y, luego, llevaba la respuesta del discípulo hasta la contradicción. Una vez que el discípulo se daba cuenta de que no sabía ya estaba en condiciones de aprender. La MAYEÚTICA es la segunda parte del proceso. Sócrates decía que no enseñaba nada, solo ayudaba a alumbrar la verdad que está en el alma del discípulo. Se completaba así la Ironía, al despertar y alumbrar en el alma (en la mente) los conocimientos que dormían en ella.

 

PLATÓN.

1.- LA TEORÍA DE LAS IDEAS. Afirma que existen entidades inmateriales, inmutables y universales, independientes del mundo físico. Así existen la justicia en sí, la bondad en sí o el hombre en sí. No son conceptos ni construcciones mentales, son realidades, las únicas realidades posibles ya que de ellas deriva el mundo físico. Las Ideas son los modelos de las cosas del mundo físico.

 

Platón separa las ideas del mundo sensible. Y aunque las ideas no dependen de los seres sensibles, éstos sí dependen de ellas: una figura es un triángulo en la medida en que en ella se da la idea de triángulo, una acción es justa en la medida en que en ella se da la idea de justicia, etc. ¿Cuál es la relación de los seres sensibles con las ideas? La imitación nos indica que las ideas son modelos que las cosas pretenden imitar sin conseguirlo jamás. Las ideas son ideales que no llegan a cumplirse en el ámbito de lo sensible. A cada clase de objetos que existen en el mundo sensible corresponde una idea en el mundo suprasensible, y esta idea es la auténtica realidad.

 

Las Ideas son objetivas, realidades ideales auténticas. Son inmutables e indivisibles, a diferencia de las cosas del mundo sensible que cambian continuamente y son divisibles. Aunque cada hombre cambie a lo largo de su vida, la idea de hombre es siempre la misma: no crece, ni cambia, ni muere. Son universales, mientras que las cosas sensibles son individuales. Son eternas, aunque todos los hombres murieran, la idea de hombre seguirá existiendo. Son perfectas, si los seres materiales son copias imperfectas, las ideas son modelos. Sólo pueden ser conocidas por la razón, no por los sentidos. Y se encuentran jerarquizadas formando una pirámide en cuya punta está la Idea suprema, la Idea de Bien, la Causa de todos los Seres y del Conocimiento de las demás Ideas. Las ideas tienen existencia real, son causa de las cosas, son modelos del mundo sensible. Al ser causa del mundo sensible las ideas son la verdadera realidad. 

 

2.- EL CONOCIMIENTO. ¿Cómo es posible el conocimiento? Si se pueden tener conocimientos universales e inmutables es porque existen “objetos reales” que son universales e inmutables. Estos objetos son las ideas del mundo inteligible.

 

La concepción de Platón acerca de la realidad es dualista. Están las Ideas que son la auténtica realidad y los Seres Físicos, cambiantes y limitados. A estos dos niveles de realidad corresponden también dos niveles de conocimiento: el conocimiento sensible u opinión (dóxa) y el conocimiento intelectual o ciencia (epistéme). La mayoría de los hombres se mueven en el conocimiento sensible (Opinión). Sólo los filósofos ascienden, por la dialéctica, hasta el entendimiento de las Ideas y del Bien. La DIALÉCTICA es el camino que sigue la razón cuando abandona lo sensible y se dirige hacia las ideas, hasta alcanzar a entenderlas, a entender su estructura y sus relaciones.

 

Pero, si las ideas están en otro mundo distinto a éste, ¿cómo puedo conocerlas? Platón afirma que el conocimiento auténtico, de las Ideas (científico), es recuerdo, “anámnesis”. Por eso, aprender es recordar y enseñar equivale a “ayudar a recordar lo olvidado”. El alma conocía las ideas antes de entrar el cuerpo por un castigo, esto hace que se olvide de ellas. Pero como el mundo sensible es copia del mundo de las ideas, poco a poco y con esfuerzo, el alma recuerda las Ideas. La teoría platónica según la cual aprender es recordar se denomina teoría de la anámnesis o de la reminiscencia.

 

TIPOS CONOCIMIENTO

 

El conocimiento sensible viene de los sentidos. Es el conocimiento de las realidades materiales en continuo cambio. Es OPINIÓN (dóxa) porque viene de los sentidos, fuente de error y engaño y, porque los objetos sensibles son cambiantes.

 

 

El conocimiento intelectual se obtiene por la Razón. Es el conocimiento de las Ideas, fijas y universales. Es el verdadero conocimiento, el que nos proporciona ciencia (epistéme).

GRADOS DE CONOCIMIENTO

 

1

 

2

 

3

 

4

IMAGINACIÓN o conjetura (eikasía) que es el conoci-miento de las imá-genes y las som-bras de las cosas sensibles.

CREENCIA (pístis) es el conocimiento de las cosas sensi-bles a través de los sentidos.

RAZONAMIENTO (diánoia) es el conocimiento de unas realidades a través de otras, el conocimiento de los objetos matemáticos (Entidades intermedias entre el mundo sensible y el inteligible).

 

CONOCIMIENTO o DIALÉCTICA (nóesis) es el conocimiento de las ideas que se cono-cen directamente en una visión intelectual. Es un conocimiento intuitivo, directo e inmediato.

 

3.- EL ALMA Y EL CUERPO. Para Platón el hombre es un alma espiritual encerrada o encarcelada en un cuerpo. El auténtico hombre es el alma, y su destino la sabiduría. El cuerpo es una cárcel, una tumba, un obstáculo que impide al alma dedicarse a su destino. El alma, afín a las ideas y como ellas inmaterial y simple es, por naturaleza, inmortal, porque va a seguir existiendo cuando el cuerpo del hombre muera y, también, porque ha vivido en el mundo de las ideas antes de unirse accidentalmente al cuerpo. La unión del alma con el cuerpo es un estado accidental y transitorio.

 

Platón, influido por Pitágoras, posee una concepción negativa del cuerpo. El cuerpo es la cárcel del alma, el lugar donde ésta ha sido encerrada como castigo por una culpa. Mientras el alma habite en el cuerpo, estará como en una tumba, y sólo la muerte del cuerpo será la liberación del alma. Por eso vivir debe ser “prepararse para morir”, un ejercicio de purificación para librarse poco a poco del cuerpo y de sus inclinaciones, a fin de que el alma pueda volver cuanto antes al lugar que le corresponde: el mundo de las ideas.

 

Platón compara el alma humana con un carro alado, en el que conductor del carro (ALMA  RACIONAL), cuenta con un caballo blanco noble y disciplinado (ALMA IRASCIBLE) y otro negro de mala casta e indómito (ALMA CONCUPISCIBLE). El conductor ha de templar con prudencia la fogosidad del corcel negro (alma concupiscible) y acompasarlo con el blanco (alma irascible) para no perder el equilibrio.

Así pues, Platón, distingue en el alma tres partes que son la razón o alma racional, el ánimo o alma irascible y el apetito o alma concupiscible. Al alma racional corresponde controlar y ordenar el apetito (alma concupiscible). En el apetito residen los deseos irracionales y la búsqueda de placeres que se oponen a la razón. El alma irascible o ánimo es el coraje o fuerza, que a veces cede a las exigencias del apetito, pero que puede y debe convertirse en aliado de la razón en la tarea de someter y controlar las demandas del apetito

 

4.- VIRTUD Y FELICIDAD. Como Platón piensa que el alma humana no es exclusivamente racional (hay más partes del alma), a la hora de señalar cuál debe ser el ideal del comportamiento humano, afirma que el alma superior, que es la racional, debe someter y dirigir a las otras dos almas, la concupiscible y la irascible, y dedicarse a su actividad propia que es el conocimiento. El trabajo del hombre consiste en que domine en él elemento racional (alma racional) sobre el pasional (alma irascible) y el instintivo (alma concupiscible). Al desarrollarse el elemento racional, mediante la educación, no sólo se dominará mejor al corcel noble (alma irascible) y al corcel indómito (alma concupiscible), sino que se conocerá mejor el Bien y, por tanto, se obrará mejor.

 

El ideal de la vida humana consiste, para Platón, en que el alma racional, se dedique al ejercicio de la racionalidad, de la contemplación de las ideas. Sólo mediante la sabiduría se realiza el hombre y alcanza la felicidad. Pero para dedicarse el hombre a la contemplación necesita ser virtuoso, por lo menos en cierta medida.

 

Hemos visto que el mito del carro alado es una alegoría del alma humana: la nobleza de su ánimo está simbolizada en el caballo blanco; el corcel negro representa la pasión irracional; el auriga es la razón que controla las dos fuerzas contrarias. La ética platónica deriva de este análisis del alma humana. A cada una de sus partes le corresponde una virtud propia. Al alma concupiscible (APETITO) le corresponde la virtud de la TEMPLANZA, que es la virtud que permite al hombre controlar sus apetitos; al alma irascible (VOLUNTAD) le corresponde la virtud de la FORTALEZA O VALOR, que es la virtud que mueve al alma a superar las dificultades en su ascensión hacia el mundo de las ideas, la capacidad de sacrificio; y, por último, al alma racional (INTELIGENCIA) le corresponde la virtud de la PRUDENCIA O LA SABIDURÍA, que es la virtud que acerca al alma al mundo de las ideas. En Platón la virtud tiene diferentes sentidos: es Sabiduría (como en Sócrates), es Purificación (alma liberada del cuerpo) y es Justicia (orden de las partes del alma).

 

La JUSTICIA es el orden adecuado de estas tres partes del alma. Tal orden tiene lugar cuando cada parte del alma ejerce la función que le corresponde y posee la virtud que le es propia. La justicia no es una virtud aparte, sino la armonía y el orden que surge cuando cada parte del alma cumple su función. Y esto ocurre cuando el apetito y el ánimo (alma concupiscible y alma irascible) se someten a los dictados de la razón (alma racional). Ahora bien, para que esto suceda es necesaria una educación adecuada. Una buena educación hará que el alma irascible se alíe con el alma racional sometiendo a la concupiscible a sus dictados; mientras que una educación inadecuada traerá consigo que el alma irascible se alíe al alma concupiscible arrastrando al alma racional.

 

5.- LA CIUDAD JUSTA: LA REPÚBLICA. Platón hereda de Sócrates la idea de que sin justicia no puede haber felicidad. Solamente el hombre justo puede ser feliz, y solamente en un estado justo puede alcanzarse la felicidad. Platón establece una relación entre alma y Estado, entre ética y política, de modo que la ética conduce a la política.

 

Correlación estructural entre el alma y el Estado. El Estado posee la misma estructura tripartita que el alma. Tres son las clases sociales que componen un Estado: productores, guardianes y gobernantes. Estos tres grupos se corresponden con las tres partes del alma: los productores con el alma concupiscible o apetito, los guardianes con el alma irascible o ánimo y los gobernantes con el alma racional o razón.

 

Cada grupo social ha de dedicarse a su función. La justicia en el Estado se realiza cuando cada uno de los grupos sociales realiza la función que le corresponde y posee la virtud que le es propia: prudencia o sabiduría en el caso de los gobernantes, fortaleza o valor en el caso de los guardianes y templanza o moderación en el de los productores.

 

·       Los gobernantes tienen como función organizar la sociedad y dirigir a los ciudadanos hacia la consecución del bien común, serán elegidos de entre los mejores guardianes (Virtud= prudencia/sabiduría). Y como los filósofos son los que han contemplado la Idea de Bien son los únicos capaces de gobernar.

 

·       Los guardianes defienden al Estado de sus enemigos exteriores.

 

·       Los productores (agricultores, artesanos y comerciantes) tienen como misión producir bienes necesarios para satisfacer las necesidades de toda la comunidad.

 

Solo cuando vivan en armonía, cuando cada uno cumpla con sus funciones, se dará el equilibrio social y se realizará la justicia. La idea central de Platón es que a la razón corresponde dirigir y gobernar. Las otras partes del alma (irascible y concupiscible) han de obedecer a la razón y los otros grupos sociales (productores y guardianes) han de obedecer al gobernante-sabio. La educación es un proceso de selección de los mejores. Los productores no necesitan una educación especial. Los guardianes son educados para que repriman sus apetitos sensibles y frenen sus deseos. Los gobernantes son elegidos, se les enseña a desconfiar de lo sensible y a valorar las Ideas para prepararlos para contemplar la Idea de Bien.

 

La República de Platón defiende medidas radicales: la absoluta igualdad entre hombres y mujeres y la eliminación de la propiedad privada y la familia para los guardianes y los gobernantes. Se pretende evitar que el egoísmo se apodere de guardianes y gobernantes, evitando que “desgarren la ciudad llamando mío no a lo mismo, sino cada cual a una cosa distinta”, algo que ocurriría si cada cual poseyera “mujeres e hijos distintos”.

 

 

 

 

 

 

Texto. PLATÓN. República, Libro VII.

«Pues bien, mi querido Glaucón -proseguí-, este cuadro debemos aplicarlo exactamente a lo que dijimos antes. Hay que asimilar el mundo que nos es patente por medio de la vista al local de la prisión, y la luz del fuego que hay en ella a la luz del Sol. En cuanto a la subida al mundo superior  y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a lo que  constituye mi vislumbre, ya que has manifestado el deseo de oírme sobre  esto. Si es o no verdadero, sólo la divinidad lo sabe. En fin, he aquí lo  que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con  trabajo, es la idea del Bien; pero, una vez percibida, hay que  colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas;  que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de la verdad  y de la inteligencia, y que por fuerza tiene que verla quien quiera proceder sabiamente tanto en su vida privada como en la pública.»

 

TEMA. Platón distingue el Mundo Sensible (dentro de la caverna) del Mundo Inteligible (el exterior de la caverna), y sitúa la IDEA DEL BIEN como cumbre del Mundo de las Ideas, del conocimiento humano y fuente de la Ética y la Política.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) Platón separa el Mundo Sensible (morada prisión, caverna) del Mundo de las Ideas. Describe el Conocimiento como un proceso de Ascensión del Alma hasta el Mundo de las Ideas. 2) Lo último conocido es la IDEA DEL BIEN, causa de lo recto y lo bello, de la verdad y de la inteligencia. 3) Es NECESARIO conocer la IDEA DEL BIEN para actuar con Sabiduría, en lo Privado (ÉTICA) y en lo Público (POLÍTICA).

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. Es la explicación del MITO DE LA CAVERNA. Platón identifica cada símbolo del Mito con un elemento de su TEORÍA DE LAS IDEAS (La morada-prisión equivale al Mundo Sensible; el exterior de la caverna equivale al Mundo de las Ideas; el fuego es el Sol; el Sol es la Idea del Bien; el Conocimiento es el ascenso hacia el Bien…). El texto termina diciendo que la Idea del Bien es la más importante, en el Mundo de las Ideas y para el Ser Humano, que ha de conocerla para actuar con sabiduría.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. En el MITO DE LA CAVERNA de Platón aparece su Teoría de la Realidad y de su Teoría del Conocimiento. La caverna con los prisioneros, simboliza el Mundo Sensible, material, de apariencias, sometido al cambio, del que sólo se pueden conocer las “sombras que el fuego (SOL) proyecta sobre la pared”, no los objetos reales. Es la Opinión que no puede alcanzar el conocimiento universal,  verdadero y necesario. El mundo exterior simboliza el Mundo de las Ideas, inmateriales, perfectas; un mundo de esencias que nuestros sentidos no pueden percibir. Sólo la parte superior del Alma, el Alma Racional, intermediaria entre los dos mundos, puede llegar a conocerlas. La IDEA DEL BIEN está en la cumbre del Mundo de las Ideas, y su Conocimiento es la culminación del saber (dado que las Ideas son esencias del Mundo Sensible, en consecuencia son su Causa). Sólo al contemplar la Idea del Bien alcanzamos el Conocimiento Científico. Entonces estamos preparados para actuar con sabiduría tanto en el ámbito privado como en el público. Platón, como Sócrates, identifica VIRTUD y SABIDURÍA. Por eso, en su utópica República, los gobernantes son los que conocen el Bien. Ellos son los únicos que no buscan su interés particular y hacen reinar la Justicia en la Polis.

 

ARISTÓTELES.

 

1.- NATURALEZA, HYLEMORFISMO Y TELEOLOGÍA.

 

 

1.- LA TEORÍA HILEMÓRFICA. Para Aristóteles lo real sólo se puede expli­car por la unión entre la Idea y la materia física. Todas las cosas están constituidas por dos principios: materia, "hylé", y forma, "morphé". La materia son los elementos físicos. La forma es el elemento que les configura, la estructura. Sólo se distinguen mediante la abstracción, constituyen una realidad única: la sustancia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1.2.- EL PROBLEMA DEL CAMBIO. La característica esencial del ser individual es el cambio. El problema es ¿cómo se produce el cambio? Para entenderlo son necesarias tres cosas: un substrato, una forma y una privación. En todo cambio hay algo que permanece y algo que cambia; lo que permanece es el substrato. El cambio supone que el substrato adquiere una forma que antes no tenía (privación). Un analfabeto que es alfabetizado: el substrato es el hom­bre, la privación es el ser analfabeto y el cambio es que se alfabetiza.

 

La materia es el substrato donde se produce el cambio y la forma es el elemento que la materia tiende a hacer presente en el cambio. POTENCIA es poder ser, capacidad de poder llegar a ser aquello que algo es por naturaleza; ACTO es ser actualmente, estar realizado. Cada ser posee unas características, unas propiedades, que son su acto; y ese mismo ser, en ese mismo momento, posee unas posibilidades que puede desarrollar, y que son su potencia. El movimiento es, pues, el paso de la potencia al acto, del poder ser al ser. Por eso todo cambio tiene un sentido "teleo­lógico", en función de la finalidad espe­cífica de cada ser.

 

Las causas del cambio. ¿Por qué se produce el cambio?, ¿cuáles son sus causas? Cuatro tipos de causas que son la causa material (la materia en que se produce el cambio), la causa formal (que viene dada por la forma, es decir, por aquello a lo que se llega en el cambio), la causa eficiente (lo que pone en marcha el cambio) y la causa final (aquello para lo que se produce el cambio). Ejemplo de la estatua de bronce.

 

El motor inmóvil. Para que un cuerpo pase de la potencia al acto es necesario un motor que ponga en marcha el proceso. Si el motor de cada ser necesita de otro motor, y éste, a su vez, necesita de otro, y no se puede proceder así hasta el infinito, es necesario admitir que exis­te un Primer Motor Inmóvil, capaz de mover sin que necesite ser movido. Este Motor Inmóvil es a la vez Acto Puro por lo que se convierte en la causa final de todos los movimientos.  

 

2.- ALMA Y CUERPO.

 

2.1.- EL ALMA COMO FORMA DEL CUERPO. La naturaleza física constituye, según Aristóteles, un sistema orgánico y jerárquico en el que las formas inferiores son gra­dos preparatorios de las superiores, que apunta hacia un fin único, que es el Acto Puro. Dentro de este todo organizado hay cuatro gra­dos jerárquicos, que de inferior a superior son: la natu­raleza inorgánica, el reino vegetal, el reino animal y el género humano. Cada uno de estos grados aspira al superior, y en el hombre no se detiene en la jerarquía, ya que ésta apunta al Acto Puro, al Pensamiento de sí mismo. Es en la concepción del hombre donde más difiere el pensamiento de Aristóteles del de Platón. Aristóteles piensa que el alma humana está tan ligada al cuerpo que desaparece con él.

 

Para Aristóteles el alma no es sino la forma del cuerpo; pero de un cuerpo provisto de instrumentos, de órganos adecuados para cumplir las funciones que exige la vida, aunque tal vida permanecería en potencia; es decir, en mera posibilidad, si el alma no llevara al acto. La consecuencia de todo esto es que el alma, al contrario que en Platón, no es un ser que pueda subsistir por sí mismo. El alma no es una sustancia; la única sustancia es el hombre, el compuesto del cuerpo y del alma. El alma es al cuerpo lo que la función al órgano, lo que la visión al ojo, por ejemplo.

 

2.2.- LAS FACULTADES DEL ALMA. Por otra parte, al ser definida el alma en términos de vida o también de automovimiento, resulta que todos los seres vivos tienen alma; es decir, tienen vida. El hombre, alma racional; el animal, alma sensible; y la planta, vegetativa. Se trata no de especies de un mismo género, sino de realidades dis­tintas, cada una de las cuales se caracteriza por sus funciones especí­ficas, teniendo la facultad superior todas las funciones de la inferior, además de las suyas propias.

 

3.- FELICIDAD Y VIRTUD. Aristóteles piensa que cada actividad tiende a un fin que es su bien. Como las actividades de los hom­bres son variadas, es preciso jerarquizar, siendo lo más importante saber cuál es el fin último del hombre, su bien supremo. Todo el mundo está de acuerdo en que el bien supremo del hombre es la felicidad “eudaimonía”. Pero QUÉ ES LA FELICIDAD: el placer, las riquezas, la salud... Para contestar a la pregunta acerca de cuál es el bien supremo del hombre, qué es lo que puede hacer feliz al hom­bre, Aristóteles recurre a la natura­leza: el bien de cada cosa sólo puede ser la realización de su función (el bien del cuchillo consiste en cortar, el del ojo en ver...), por lo que el bien del hombre sólo puede consistir en desarrollar una actividad que suponga la realiza­ción de su función propia. El hombre será feliz en la medida en que realice la fun­ción que le es propia.

 

Pero, ¿cuál es la función propia del hombre? La respuesta es compleja. el hombre tiene diversas funciones y según las realice bien o mal poseerá o no las excelencias (será un buen profesor, un buen alumno...). La realización de estas funciones será necesaria para ser feliz, pero la felicidad no es su reali­zación, ya que ninguna es la función propia del hombre. por la complejidad del ser humano. Es un ser compuesto de cuerpo y alma. En el alma hay tres funciones distintas: vegetativas, sensitivas y raciona­les. El alma racional es pensante o cognitiva, mientras que el alma sensitiva es apetitiva o volitiva. Serán virtudes intelectuales (parte pensante del alma), y de virtudes morales, (parte apetitiva o volitiva).

 

Si el hombre funciona como un todo, sus deseos son controlados por su pensa­miento. La virtud consiste en el control de la dimensión volitiva del ser humano por la dimensión pensante del mismo. Se trata de encontrar un término medio, algo entre dos extre­mos, uno por defecto y otro por exceso. Con respecto al placer, por ejemplo, el término medio es la templanza, y los extremos la abs­tinencia y el desenfreno. Desde la Ética la más impor­tante es la prudencia, virtud que le dice al hombre cuál es el término medio adecuado, sin caer ni en el exceso ni en el defecto. La sabiduría, para Aristóteles, es un fin en sí misma, y por eso es el fin más elevado, ya que no se puede convertir en medio. La sabiduría, la contemplación, al ser la actividad supe­rior a la que se puede dedicar el ser humano, proporciona la máxima felicidad. El hombre es más feliz cuanto más se dedique a la vida contemplativa. Ahora bien, no todos pueden acceder a la vida contemplativa. Excluye a "las pasivas mujeres", a "los esclavos" y a "los embrutecidos por el trabajo manual".

 

4.- EL HOMBRE COMO ANIMAL POLÍTICO.

 

4.1.- EL HOMBRE COMO SER SOCIAL. Aristóteles piensa que el hombre no pue­de desarrollarse viviendo aislado. Necesita de los demás; sólo en comunidad satisface sus necesidades. El hombre es por naturaleza un ser social; ni es un ani­mal ni un dios. Hay animales, por ejemplo las abejas, que son también sociales. Emiten sonidos, poseen voz, y con ella pueden comunicar su placer y dolor. Pero el hombre es el más social de todos, por estar dotado de lenguaje. La capacidad lingüística le permite hablar con otros e intercambiar opiniones sobre lo justo y lo injusto, lo conveniente y perjudicial. Puede llegar así a acuerdos que se plasman en leyes y que constituyen las "polis". Ser miembro de una "polis" es, por tanto, tan natural como tener ojos o como tener piernas. El hombre es por naturaleza, un animal político. Y la "polis", la Ciudad-Estado, es la sociedad "perfecta", autosuficiente, porque posee los medios adecuados para conseguir sus fines; es posterior a la sociedad familiar y a otras sociedades a las que protege y ayuda en el cumplimiento de sus propios fines, "la ciudad es anterior a la casa y a cada uno de nosotros. Ya que el conjunto es necesariamente anterior a la parte".

 

4.2.- LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO. Aristóteles fue testigo de las convulsiones que sufrieron las "polis" en su época, por eso, piensa que lo más importante no es la búsqueda de un régimen perfecto de gobierno, sino algo más modesto: conseguir la seguridad y la estabi­lidad que permitan vivir bien y civilizadamente. En su obra La Política, dis­tingue entre "la mejor constitución en absoluto" y "la mejor constitución dadas las circunstancias". En teoría, Aristóteles piensa que el mejor de estos sistemas es la monarquía; pero teniendo en cuenta cómo son los hombres, resulta mejor la aristocracia. En contra de Platón, sostiene que la democracia es un buen sistema de gobierno, pero para poder funcionar exige educación en el pueblo. Cuando alguno de estos posibles sistemas de gobierno en lugar de preocuparse de la VIRTUD de los ciudadanos, se ocupa de buscar su propio provecho, se transforma en un gobierno vicioso; la monarquía se convierte en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en demagogia.

 

TEXTO. ARISTÓTELES, Política. Libro I. Capítulo II.

 “La razón de que el hombre sea un ser social, más que cualquier abeja y que cualquier animal gregario, es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no hace nada en vano. Sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la tienen los otros animales. (Ya que por su naturaleza han alcanzado hasta tener sensación del dolor y del placer e indicarse estas sensaciones unos a otros.) En cambio, la palabra existe para mani­festar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los demás ani­males: poseer de modo exclusivo el sentido de lo bueno y de lo malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones. La participación comunitaria en ésta funda la casa familiar y la ciudad”.

 

AUTOR. Aristóteles. Siglo IV. A.C. Discípulo de Platón. Criticó la Teoría de las Ideas, pues sostenía que la esencia de las cosas no podía estar separada de ellas. Se opuso a la división en dos mundos de Platón. Proponía que los sentidos eran la única fuente posible de conocimiento. Estudio diversos temas: lógica, lenguaje, filosofía, ética, política…

 

TEMA DEL TEXTO. El Ser Humano es un Ser Social por naturaleza. Es así porque posee el lenguaje (la palabra) que le permite expresar y compartir lo que es justo e injusto, es decir, tener Ética. Los animales sólo tienen voz para expresar dolor y placer.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) Defiende la idea de que el Ser Humano es social por Naturaleza. 2) La prueba de que el Ser Humano es un ser social es que, mientras los animales tienen la voz con la que expresan sensaciones, los Seres Humanos somos los únicos que tenemos palabra. 3) La palabra es lo que nos hace seres sociales. La palabra, el lenguaje, nos permite expresar y compartir ideas acerca de lo bueno y lo malo, ideas acerca del comportamiento humano. Somos los únicos que tenemos el sentido de lo justo y de lo injusto expresado con palabras. 4) Es la posibilidad de compartir en, comunidad, nuestras ideas acerca de lo que es justo y lo que injusto, lo que hace posible que se forme la sociedad. En el origen de la sociedad están esas ideas comunes sobre la justicia que expresamos a través de la palabra.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. La naturaleza nos ha dado la capacidad de comunicarnos con otras personas. La existencia del lenguaje frente a la simple voz de los animales, demuestra que somos seres sociales. La diferencia es que con el lenguaje humano nos comunicamos ideas acerca de lo justo o injusto, esas ideas están en el origen de la sociedad.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. En la naturaleza del ser humano está el vivir en sociedad. Como todo ser, el humano tiene un fin propio la felicidad, solo viviendo en sociedad lo alcanza. Necesitamos a los demás; por eso la familia y la aldea. De su unión la Polis, autónoma y autosuficiente; en ella alcanzamos la perfección. El ser humano es un ser social más que cualquier otro porque el lenguaje es humano, y si la naturaleza nos lo ha dado es por alguna razón, ya que todo en ella tiene una finalidad. Los animales se pueden comunicar pero solo sensaciones (placer, dolor). El lenguaje simbólico permite comunicar lo bueno y lo malo, la moral es un ámbito exclusivo humano que deriva de nuestra razón y de nuestro lenguaje. Una ciudad se define por las leyes que la rigen, por su idea de la justicia, la cual se deriva de sus ciudadanos. Así queda patente la unión entre ética y política en Aristóteles.

 

CONTEXTO DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL.

 

La Época Medieval (siglos V al XV) se caracteriza por el dominio de la religión cristiana. Los filósofos cristianos se enfrentan a la filosofía griega, rechazando aspectos que chocan con su fe y adaptando teorías similares. La Filosofía se pone al servicio de la Religión. El problema son las relaciones entre la Religión (la creencia, la fe) y la Filosofía (la razón).

 

El predominio de la fe sobre la razón. Agustín de Hipona intenta una síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. No hay distinción entre razón y fe, solo existe una verdad, la cristiana, a la que nos conduce la fe. La razón ayuda a comprenderla mejor, a aclarar sus contenidos. Durante los siglos V al VIII se produjo un declive de la cultura europea. En el siglo IX se fundan escuelas monacales (monasterios) y catedralicias. Aparece la Escolástica, un movimiento filosófico-teológico. Se preocupan de la existencia y naturaleza de Dios, de las relaciones entre la filosofía y la teología y entre la razón y la fe. Defienden la superioridad de la teología frente a la Filosofía (esclava de la teología). El método consistía en la lectura y comentario de los textos, aceptando la autoridad indiscutible de la Biblia, de los Padres de la Iglesia y de algunas ideas de la filosofía de Platón.

 

Después de las traducciones árabes de Aristóteles (por Averroes) la influencia de la filosofía aristotélica fue enorme. En el siglo XIII surgió el averroísmo latino que, basándose en Aristóteles, defendía la autonomía de la razón frente a la fe. Apoyaban la teoría de la «doble verdad», según la cual la razón encuentra verdades que pueden ser contrarias a la fe, es decir, hay verdades de la fe y otras de la razón.

 

La autonomía limitada de la razón. Tomás de Aquino representa la cumbre de la filosofía escolástica y la asimilación de Aristóteles por el cristianismo. Replanteó el tema de la relación entre la fe y la razón y dio a la razón mayor autonomía. No obstante, aceptó el predominio de la teología sobre la filosofía. Afirmó la existencia de una única verdad, que puede ser conocida desde la razón y desde la fe. La Filosofía se ocupa de las verdades obtenidas por la razón, la Teología trata de las verdades que pueden conocerse por revelación divina, y existe un espacio común a ambas: los preámbulos de la fe.

 

La independencia de la razón y de la fe. El siglo XIV supuso la crisis de la escolástica. Su mayor crítico fue Guillermo de Ockham. En su teoría, fe y razón son distintas e independientes. Ni la razón está al servicio de la fe ni la fe necesita a la razón. La fe solo depende de la revelación, que es ajena a la razón. Y la razón, otorgada por Dios al ser humano, no tiene que tomar nada de la fe. Defender la separación entre razón y fe condujo a Ockham a una posición cercana a la mística en la fe y a una doctrina empirista en la razón.

 

AGUSTÍN DE HIPONA.

1.- LA RELACIÓN ENTRE LA FE Y LA RAZÓN. Agustín pensó que la Fe y la Razón persiguen la comprensión de la verdad cristiana, la única verdad. En ese objetivo, la razón y la fe colaboran. La fe nos lleva a las Sagradas Escrituras que nos dan los contenidos del conocimiento, los cuales, después, la razón debe hacer comprensibles. La razón no puede conducirnos, por sí sola, a la sabiduría. El ser humano necesita de la fe para alcanzar la contemplación de lo eterno e inmutable. La sabiduría consiste en dicha contemplación. Así pues, razón y fe participan conjuntamente en la búsqueda de la verdad, que nos lleva a la sabiduría y, con ella, a la felicidad.

 

Agustín mantiene que las ideas existen en la mente divina y que son el auténtico objeto de conocimiento porque son inmutables y necesarias. Para conocer esas ideas, el ser humano debe buscar dentro de sí mismo la verdad. La verdad se irradia desde Dios sobre el espíritu del ser humano. Agustín afirma que Dios ilumina el espíritu de los seres humanos.

 

2.- LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. En La ciudad de Dios, Agustín expone su visión de la historia y su teoría política. El tiempo histórico, que se inició con la creación del mundo y terminará con el juicio final, es lineal. Las comunidades se distinguen según sus amores; es decir, por el sistema de valores u objetivos comunes que los guían.

 

a)    La ciudad Terrenal es la comunidad de aquellos que quieren vivir según los impulsos de la carne, por aquellos que «se aman a sí mismos hasta el desprecio de Dios». Es «Babilonia» (Asiria y Roma, fundados en la codicia y en el dominio injusto).

b)    La Ciudad de Dios es la comunidad compuesta por quienes quieren vivir según el espíritu; la forman todos los justos, que «aman a Dios hasta el desprecio de sí mismos». Puede llamarse «Jerusalén», y hacia ella camina la Iglesia.

 

 

En ningún Estado se pueden realizar plenamente la justicia y la paz, porque no hay justicia humana perfecta. La ciudad de Dios es el modelo de toda sociedad, pues solo en ella reina la justicia, el orden y la paz verdaderos. Pero, la ciudad de Dios no llegará a su culminación sino al final de la historia. Para que el Estado se encamine hacia la justicia ha de seguir los principios morales del cristianismo. Agustín defiende la primacía de la Iglesia sobre el Estado. Como la Iglesia es la depositaria en la historia de las verdades y de los principios del cristianismo, es la única sociedad perfecta y, por tanto, es superior al  MN7ki

32,m

 

Agustín de Hipona, La ciudad de Dios, libro XIX, cap. 23

«Donde no se dé la justicia que consiste en que el único y sumo Dios impere [...] sobre una sociedad obediente y que así en todos los hombres de esta sociedad obediente a Dios el alma impere sobre el cuerpo y la razón sobre los vicios según el orden legítimo, de manera que todo el pueblo, igual que el creyente, viva de la fe que obra por amor, con el cual el hombre ama a Dios como debe ser amado y al prójimo como a sí mismo; donde no hay esta justicia, no hay sociedad fundada en derechos e intereses comunes. Y si no hay ese tipo de sociedad, no hay pueblo, de acuerdo con la auténtica definición de pueblo, por lo que tampoco habrá política, porque donde no hay pueblo, no puede haber política.

 

Autor. Pensador cristiano de los siglos IV y V. Principal representante de la patrística. Llevó a cabo la primera síntesis importante entre el cristianismo y la filosofía platónica. No distinguió claramente entre fe y razón, y mantuvo la supremacía absoluta de la fe.

 

Tema. Si en una ciudad no reina la justicia en sentido cristiano (si Dios y la fe no dominan sobre el pueblo), no puede existir una sociedad fundada en derechos e intereses comunes.

 

Ideas principales. 1) El texto parte de la definición cristiana de justicia y nos expone algunos de sus rasgos característicos: Dios es el fin supremo; el alma debe dominar el cuerpo; el pueblo debe vivir la fe y obrar por amor a Dios y al prójimo. 2) Donde no existe ese tipo de justicia no hay una verdadera sociedad basada en derechos e intereses comunes; en tal caso, no habrá propiamente pueblo ni política.

 

Relación entre las ideas. Comienza proponiendo un concepto religioso de justicia, todas las referencias que se dan en su definición tienen que ver con la divinidad y con la doctrina cristiana. No obstante, la conclusión del texto ya no es religiosa, sino que tiene un contenido político: no existirá pueblo ni política auténtica donde no haya justicia tal como la concibe la religión cristiana.

 

Explicación de las ideas. En su definición de justicia recurre a la única verdad, la cristiana. Su fundamento es que Dios domina sobre la sociedad. El cuerpo debe estar sometido al alma. Hay que reprimir los vicios. Todo el pueblo debe vivir la fe y obrar por amor a Dios y al prójimo, como establece el mandato divino. Cuando no impera Dios en nuestro corazón y en nuestra sociedad, sino los intereses individuales, ninguna unión puede existir, pues cada uno mirará por sus intereses particulares. No habrá pueblo y tampoco habrá política, pues esta es la práctica que busca el bien común. Para Agustín solo hay dos posibles tipos de sociedad: La ciudad de Dios: quienes aman y buscan la gloria de Dios sobre todas las cosas. Y La ciudad terrenal: quienes buscan los bienes materiales y se aman a sí mismos.

 

La sociedad donde es posible la paz y la justicia es la ciudad de Dios. La ciudad terrenal no es una verdadera sociedad, en ella cada hombre busca su beneficio y no puede haber un interés común que dirija la política. Por el contrario, en la ciudad de Dios sí hay un amor común y, por tanto, hay un pueblo y una verdadera política.

 

TOMÁS DE AQUINO.

 

Para Tomás de Aquino, la teología es la ciencia suprema, parte de principios evidentes (los artículos de la fe). Pero también utiliza principios filosóficos, aunque lo hace como ayuda, dado que únicamente las Sagradas Escrituras proporcionan argumentos apropiados y definitivos.

 

1.- La relación entre la fe y la razón. El punto de partida de Tomás de Aquino fue Aristóteles. El conocimiento racional parte de los sentidos: nuestra razón no puede conocer lo que no se nos ofrece a través de los sentidos. Por el contrario, la fe cristiana proporciona conocimiento más allá de los sentidos, se basa en la revelación divina dada al ser humano. No deben entrar en conflicto entre sí.

 

Tomás defendió la existencia de una única verdad, si bien hay una parte que es propia de la fe (ejemplo, la Santísima Trinidad), otra que es característica de la razón (ejemplo, las leyes del movimiento) y una tercera que engloba verdades a las que podemos acceder tanto desde la fe como desde la razón: los preámbulos de la fe (el mundo es creado, el alma es inmortal y Dios existe). Existen porque muchos hombres no podrían llegar a ellas sin la fe. Fe y razón nos llevan a dos campos de saber distintos: la fe, a la teología, y la razón, a la filosofía. Pero hay armonía entre ambas porque la verdad no puede ser más que una.

 

Aunque como fuentes de conocimiento, fe y razón son autónomas, la razón presta ayuda a la fe (la teología se presenta como ciencia y toma de la razón sus procedimientos, su ordenación y sus argumentos dialécticos) y la fe también ayuda a la razón (si una teoría filosófica contradice algún dogma, debemos considerar falsa tal teoría, pues las verdades reveladas son indudables). Por esto, podemos decir que la razón está subordinada a la fe.

 

2.- La demostración de la existencia de Dios. Para Tomás de Aquino, debe ser posible demostrar racionalmente la existencia de Dios. Para ello propuso sus cinco vías para demostrar la existencia de Dios desde la experiencia sensible. Parte de un hecho de la experiencia (TODO SE MUEVE), aplica el Principio de Causalidad (TODO ES MOVIDO POR ALGO), niega que se pueda ir al infinito con las causas y concluye que existe una Primera Causa que es Dios (EL PRIMER MOTOR).

 

Las cinco vías son: la del movimiento (todo se mueve, el Primer Motor es Dios), la de la causalidad (todo tiene una causa, la primera causa es Dios), la de la contingencia (los seres sensibles no son necesarios, Dios es necesario), la de los grados de perfección (los seres humanos son imperfectos, Dios es perfecto) y la del orden del mundo (Dios es la inteligencia que ordena el mundo).

 

 

 

 

 

Tomás de Aquino, Summa theologca, libro 1, c1, art.1.

Para la salvación humana fue necesario que, además de las materias filosóficas, cuyo campo analiza la razón humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y esto es así porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la  comprensión a la que puede llegar sólo la razón. Dice Isaías 64,4: iDios!, Nadie ha visto lo que tienes preparado para los que te aman. Sólo Tú. El fin tiene que ser conocido por el hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su razón humana. Más aún. Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de muchos análisis y con resultados plagados de  errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación del hombre, pues en Dios está la salvación. Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma más fácil y segura, fue necesario que los hombres fueran instruidos, acerca de lo divino, por revelación divina. Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias  filosóficas, resultado de la razón, hubiera una doctrina sagrada, resultado de la revelación.

 

TEMA. Para la salvación humana no basta la razón, la filosofía; hace falta también la revelación divina, la teología.

 

IDEAS PRINCIPALES.

1)  El argumento que demuestra la necesidad de la teología para la salvación es que Dios, fin al que el hombre se dirige y que, por tanto, debe conocer, no puede ser comprendido solo por la razón; además, hace falta la revelación.

2)  Solo con la razón, la verdad de Dios sería conocida por muy pocos y con muchos errores. En cambio, la revelación proporciona un conocimiento siempre verdadero.

3)  Además de la filosofía, ciencia de la razón, es necesaria una doctrina sagrada o teología, ciencia de la revelación.

 

Relación entre las ideas. Para justificar la necesidad de la teología, además de la filosofía, para lograr la salvación, se exponen dos argumentos: 1) El fin del hombre es conocer a Dios, pero el conocimiento de Dios excede la comprensión de nuestra razón. 2) Si no pudiéramos conocer a Dios por revelación, solo unos pocos hombres lo conocerían y con muchos errores.

 

Explicación de las Ideas. Para que podamos salvarnos no es suficiente la razón humana, la filosofía; además, es imprescindible la revelación. El conocimiento racional parte de lo sensible y es limitado. Pero el fin del hombre es Dios y, para alcanzarlo, hay que conocerlo. Ahora bien, nuestra razón no puede conocer un Dios que no se ofrece a nuestros sentidos. Tenemos que recurrir a la fe, a la revelación divina,  que amplía y perfecciona la razón. Tomás de Aquino hace referencia a unas verdades accesibles tanto desde la fe como desde la razón, los preámbulos. Hay un ámbito del conocimiento exclusivo de la razón (la física), uno exclusivo de la fe (la Santísima Trinidad) y otro intermedio (Dios existe, el alma es inmortal, el mundo es creado). Las "cinco vías” son demostraciones racionales de la existencia de Dios. Parten de efectos sensibles que la razón conoce (movimiento, causas…) y nos permiten deducir la existencia de Dios.

 

 

 

OCKHAM.

 

1.- La separación de la fe y la razón. El siglo XIV supuso la crisis de la escolástica y el ocaso de las síntesis entre filosofía y cristianismo basadas en el pensamiento griego, cuya culminación fue Tomás de Aquino. Se rompe el acuerdo entre razón y fe. Para Ockham, la razón tiene unos límites estrechos y las verdades de la fe quedan fuera de su alcance. En consecuencia, la teología deja de ser una ciencia, pues no puede demostrar sus afirmaciones (se convierte en un saber práctico para conducir al hombre a la salvación eterna). La teología busca apoyo en la revelación, y el interés de los filósofos se orienta hacia nuevos problemas; especialmente, hacia el estudio de la naturaleza y hacia la ciencia.

 

Para Ockham, fe y razón son fuentes de conocimiento distintas y tienen contenidos distintos; no hay ninguna zona de verdades comunes y tampoco es posible la colaboración entre ellas. Los ámbitos propios de la fe y de la razón están totalmente separados (la existencia de Dios es indemostrable por la razón). La fe se justifica por sí misma y no necesita de la razón, porque esta nada puede aportar a la revelación. La religión es objeto exclusivo de fe y la filosofía no puede aclarar los contenidos de la fe. La filosofía debe ocuparse del mundo natural y finito, si bien en este ámbito hay que respetar la libertad de investigación.

 

2.- La separación de la religión y la política. Es necesario abordar la teoría política de Ockham en el contexto de las polémicas en las que participó. Por un lado la discusión entre los franciscanos y el papa en torno a la pobreza evangélica. Ockham defendió que, ni Cristo ni los apóstoles tuvieron propiedades, denunciando el afán del Papa y de la Iglesia por acumular poder y riquezas. Por otro lado la disputa entre el emperador y el papa. Ockham apoyó al emperador y defendió la separación de poderes. Su tesis es que el Papa no tiene jurisdicción en los asuntos temporales.

 

Así pues, la obra política de Ockham gira en tomo a la relación entre el poder del Estado y el de la Iglesia. Su objetivo es separar lo espiritual de lo temporal, para garantizar la espiritualidad de la comunidad cristiana. Los partidarios del poder absoluto del Papa sostenían que la autoridad procede de Dios y que solo el papa tiene autoridad absoluta, tanto temporal como espiritual. Ockham defiende que el Papa no tiene jurisdicción sobre el imperio que había sido fundado antes de la venida de Cristo por los romanos.

 

Ockham también se opuso al poder absoluto del Papa en lo espiritual. Sostuvo que el dominio ilimitado del Papa en la Iglesia carecía de justificación y era perjudicial para los intereses espirituales de la cristiandad; por ello, defendió que se debía limitar su poder.

Ockham, Sobre el gobierno tiránico del Papa, LII, c.16.

Pero me parece que se ha de afirmar que de la potestad regular y ordinaria  concedida y prometida a Pedro y a cada uno de sus sucesores por las palabras de Cristo, ya citadas ["Lo que atareis en la tierra, quedará atado en el cielo"], se  han de exceptuar los derechos legítimos de emperadores, reyes y demás fieles e  infieles que de ninguna manera se oponen a las buenas costumbres, al honor de Dios y á  la observancia de la ley evangélica. [....]  Tales derechos existieron antes de la institución explícita de la ley evangélica y pudieron usarse lícitamente. De forma que el papa no puede en modo alguno  alterarlos o disminuirlos de manera regular y ordinaria, sin causa y sin culpa, apoyado en el poder que le fue concedido inmediatamente por Cristo. Y, si en la práctica el papa intenta algo contra ellos [los derechos de los emperadores y reyes], es  inmediatamente nulo de derecho. Y, si en tal caso dicta sentencia, sería nula por el mismo  derecho divino como dada por un juez no propio.

 

Autor. Filósofo inglés del siglo XIV, fue franciscano y criticó la filosofía escolástica. En contra de Tomás de Aquino, defendió la separación entre fe y razón. Participó en varias polémicas en tomo al poder papal (era partidario de limitarlo dentro y fuera de la Iglesia) y a la pobreza evangélica que debía adoptar la Iglesia.

 

TEMA. El poder del papa no es absoluto, el emperador tiene legítima y propia autoridad.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) El poder concedido por Cristo a los papas no es absoluto, ya que de él hay que exceptuar los derechos legítimos de los emperadores y reyes que no van contra la ley de Dios. 2) Tales derechos son anteriores a la venida de Cristo; por tanto, son anteriores a la institución del papado. 3) El papa no puede alterar tales derechos, dado que están en un campo o jurisdicción que no es de su competencia.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto defiende la limitación del poder del papa, que debe estar al margen del poder civil que no se opone a la ley de Dios, pues ya existían emperadores legítimos antes del papado (antes de la venida de Cristo) De aquí se concluye que el papa no puede entrometerse en los derechos de los gobernantes civiles, que son ajenos a su jurisdicción; si lo hiciera, su sentencia sería nula.

 

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El Tema central de la política de Ockham son las relaciones entre el poder civil y el poder eclesiástico. Según el texto, el papa debe mantenerse al margen del poder civil. De la autoridad que Cristo concedió a los papas, han de excluirse los derechos que tienen legítimamente los emperadores que no se oponen a las buenas costumbres ni a la ley evangélica. El poder de los sumos pontífices es solo de carácter espiritual. El gobierno político es asunto de la autoridad civil de cada comunidad.   La prueba que demuestra la legitimidad del poder civil es la constatación de un hecho histórico: los emperadores existieron antes de que fuera creado el papado (el imperio romano fue fundado antes de la venida de Cristo y, él mismo respetó el poder imperial [Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios]). La historia y las Sagradas Escrituras demuestran la independencia del poder civil frente al poder eclesiástico. Por tanto, el papa no puede atacar los derechos de reyes y emperadores, y si lo hace, sus dictados son nulos, ilegítimos, pues está actuando fuera de su competencia jurisdiccional.1.2.- EL PROBLEMA DEL CAMBIO. La característica esencial del ser individual es el cambio. El problema es ¿cómo se produce el cambio? Para entenderlo son necesarias tres cosas: un substrato, una forma y una privación. En todo cambio hay algo que permanece y algo que cambia; lo que permanece es el substrato. El cambio supone que el substrato adquiere una forma que antes no tenía (privación). Un analfabeto que es alfabetizado: el substrato es el hom­bre, la privación es el ser analfabeto y el cambio es que se alfabetiza.

 

La materia es el substrato donde se produce el cambio y la forma es el elemento que la materia tiende a hacer presente en el cambio. POTENCIA es poder ser, capacidad de poder llegar a ser aquello que algo es por naturaleza; ACTO es ser actualmente, estar realizado. Cada ser posee unas características, unas propiedades, que son su acto; y ese mismo ser, en ese mismo momento, posee unas posibilidades que puede desarrollar, y que son su potencia. El movimiento es, pues, el paso de la potencia al acto, del poder ser al ser. Por eso todo cambio tiene un sentido "teleo­lógico", en función de la finalidad espe­cífica de cada ser.

 

Las causas del cambio. ¿Por qué se produce el cambio?, ¿cuáles son sus causas? Cuatro tipos de causas que son la causa material (la materia en que se produce el cambio), la causa formal (que viene dada por la forma, es decir, por aquello a lo que se llega en el cambio), la causa eficiente (lo que pone en marcha el cambio) y la causa final (aquello para lo que se produce el cambio). Ejemplo de la estatua de bronce.

 

El motor inmóvil. Para que un cuerpo pase de la potencia al acto es necesario un motor que ponga en marcha el proceso. Si el motor de cada ser necesita de otro motor, y éste, a su vez, necesita de otro, y no se puede proceder así hasta el infinito, es necesario admitir que exis­te un Primer Motor Inmóvil, capaz de mover sin que necesite ser movido. Este Motor Inmóvil es a la vez Acto Puro por lo que se convierte en la causa final de todos los movimientos.  

 

2.- ALMA Y CUERPO.

 

2.1.- EL ALMA COMO FORMA DEL CUERPO. La naturaleza física constituye, según Aristóteles, un sistema orgánico y jerárquico en el que las formas inferiores son gra­dos preparatorios de las superiores, que apunta hacia un fin único, que es el Acto Puro. Dentro de este todo organizado hay cuatro gra­dos jerárquicos, que de inferior a superior son: la natu­raleza inorgánica, el reino vegetal, el reino animal y el género humano. Cada uno de estos grados aspira al superior, y en el hombre no se detiene en la jerarquía, ya que ésta apunta al Acto Puro, al Pensamiento de sí mismo. Es en la concepción del hombre donde más difiere el pensamiento de Aristóteles del de Platón. Aristóteles piensa que el alma humana está tan ligada al cuerpo que desaparece con él.

 

Para Aristóteles el alma no es sino la forma del cuerpo; pero de un cuerpo provisto de instrumentos, de órganos adecuados para cumplir las funciones que exige la vida, aunque tal vida permanecería en potencia; es decir, en mera posibilidad, si el alma no llevara al acto. La consecuencia de todo esto es que el alma, al contrario que en Platón, no es un ser que pueda subsistir por sí mismo. El alma no es una sustancia; la única sustancia es el hombre, el compuesto del cuerpo y del alma. El alma es al cuerpo lo que la función al órgano, lo que la visión al ojo, por ejemplo.

 

2.2.- LAS FACULTADES DEL ALMA. Por otra parte, al ser definida el alma en términos de vida o también de automovimiento, resulta que todos los seres vivos tienen alma; es decir, tienen vida. El hombre, alma racional; el animal, alma sensible; y la planta, vegetativa. Se trata no de especies de un mismo género, sino de realidades dis­tintas, cada una de las cuales se caracteriza por sus funciones especí­ficas, teniendo la facultad superior todas las funciones de la inferior, además de las suyas propias.

 

3.- FELICIDAD Y VIRTUD. Aristóteles piensa que cada actividad tiende a un fin que es su bien. Como las actividades de los hom­bres son variadas, es preciso jerarquizar, siendo lo más importante saber cuál es el fin último del hombre, su bien supremo. Todo el mundo está de acuerdo en que el bien supremo del hombre es la felicidad “eudaimonía”. Pero QUÉ ES LA FELICIDAD: el placer, las riquezas, la salud... Para contestar a la pregunta acerca de cuál es el bien supremo del hombre, qué es lo que puede hacer feliz al hom­bre, Aristóteles recurre a la natura­leza: el bien de cada cosa sólo puede ser la realización de su función (el bien del cuchillo consiste en cortar, el del ojo en ver...), por lo que el bien del hombre sólo puede consistir en desarrollar una actividad que suponga la realiza­ción de su función propia. El hombre será feliz en la medida en que realice la fun­ción que le es propia.

 

Pero, ¿cuál es la función propia del hombre? La respuesta es compleja. el hombre tiene diversas funciones y según las realice bien o mal poseerá o no las excelencias (será un buen profesor, un buen alumno...). La realización de estas funciones será necesaria para ser feliz, pero la felicidad no es su reali­zación, ya que ninguna es la función propia del hombre. por la complejidad del ser humano. Es un ser compuesto de cuerpo y alma. En el alma hay tres funciones distintas: vegetativas, sensitivas y raciona­les. El alma racional es pensante o cognitiva, mientras que el alma sensitiva es apetitiva o volitiva. Serán virtudes intelectuales (parte pensante del alma), y de virtudes morales, (parte apetitiva o volitiva).

 

Si el hombre funciona como un todo, sus deseos son controlados por su pensa­miento. La virtud consiste en el control de la dimensión volitiva del ser humano por la dimensión pensante del mismo. Se trata de encontrar un término medio, algo entre dos extre­mos, uno por defecto y otro por exceso. Con respecto al placer, por ejemplo, el término medio es la templanza, y los extremos la abs­tinencia y el desenfreno. Desde la Ética la más impor­tante es la prudencia, virtud que le dice al hombre cuál es el término medio adecuado, sin caer ni en el exceso ni en el defecto. La sabiduría, para Aristóteles, es un fin en sí misma, y por eso es el fin más elevado, ya que no se puede convertir en medio. La sabiduría, la contemplación, al ser la actividad supe­rior a la que se puede dedicar el ser humano, proporciona la máxima felicidad. El hombre es más feliz cuanto más se dedique a la vida contemplativa. Ahora bien, no todos pueden acceder a la vida contemplativa. Excluye a "las pasivas mujeres", a "los esclavos" y a "los embrutecidos por el trabajo manual".

 

4.- EL HOMBRE COMO ANIMAL POLÍTICO.

 

4.1.- EL HOMBRE COMO SER SOCIAL. Aristóteles piensa que el hombre no pue­de desarrollarse viviendo aislado. Necesita de los demás; sólo en comunidad satisface sus necesidades. El hombre es por naturaleza un ser social; ni es un ani­mal ni un dios. Hay animales, por ejemplo las abejas, que son también sociales. Emiten sonidos, poseen voz, y con ella pueden comunicar su placer y dolor. Pero el hombre es el más social de todos, por estar dotado de lenguaje. La capacidad lingüística le permite hablar con otros e intercambiar opiniones sobre lo justo y lo injusto, lo conveniente y perjudicial. Puede llegar así a acuerdos que se plasman en leyes y que constituyen las "polis". Ser miembro de una "polis" es, por tanto, tan natural como tener ojos o como tener piernas. El hombre es por naturaleza, un animal político. Y la "polis", la Ciudad-Estado, es la sociedad "perfecta", autosuficiente, porque posee los medios adecuados para conseguir sus fines; es posterior a la sociedad familiar y a otras sociedades a las que protege y ayuda en el cumplimiento de sus propios fines, "la ciudad es anterior a la casa y a cada uno de nosotros. Ya que el conjunto es necesariamente anterior a la parte".

 

4.2.- LA ORGANIZACIÓN DEL ESTADO. Aristóteles fue testigo de las convulsiones que sufrieron las "polis" en su época, por eso, piensa que lo más importante no es la búsqueda de un régimen perfecto de gobierno, sino algo más modesto: conseguir la seguridad y la estabi­lidad que permitan vivir bien y civilizadamente. En su obra La Política, dis­tingue entre "la mejor constitución en absoluto" y "la mejor constitución dadas las circunstancias". En teoría, Aristóteles piensa que el mejor de estos sistemas es la monarquía; pero teniendo en cuenta cómo son los hombres, resulta mejor la aristocracia. En contra de Platón, sostiene que la democracia es un buen sistema de gobierno, pero para poder funcionar exige educación en el pueblo. Cuando alguno de estos posibles sistemas de gobierno en lugar de preocuparse de la VIRTUD de los ciudadanos, se ocupa de buscar su propio provecho, se transforma en un gobierno vicioso; la monarquía se convierte en tiranía, la aristocracia en oligarquía y la democracia en demagogia.

 

TEXTO. ARISTÓTELES, Política. Libro I. Capítulo II.

 “La razón de que el hombre sea un ser social, más que cualquier abeja y que cualquier animal gregario, es clara. La naturaleza, pues, como decimos, no hace nada en vano. Sólo el hombre, entre los animales, posee la palabra. La voz es una indicación del dolor y del placer; por eso la tienen los otros animales. (Ya que por su naturaleza han alcanzado hasta tener sensación del dolor y del placer e indicarse estas sensaciones unos a otros.) En cambio, la palabra existe para mani­festar lo conveniente y lo dañino, así como lo justo y lo injusto. Y esto es lo propio de los humanos frente a los demás ani­males: poseer de modo exclusivo el sentido de lo bueno y de lo malo, lo justo y lo injusto, y las demás apreciaciones. La participación comunitaria en ésta funda la casa familiar y la ciudad”.

 

AUTOR. Aristóteles. Siglo IV. A.C. Discípulo de Platón. Criticó la Teoría de las Ideas, pues sostenía que la esencia de las cosas no podía estar separada de ellas. Se opuso a la división en dos mundos de Platón. Proponía que los sentidos eran la única fuente posible de conocimiento. Estudio diversos temas: lógica, lenguaje, filosofía, ética, política…

 

TEMA DEL TEXTO. El Ser Humano es un Ser Social por naturaleza. Es así porque posee el lenguaje (la palabra) que le permite expresar y compartir lo que es justo e injusto, es decir, tener Ética. Los animales sólo tienen voz para expresar dolor y placer.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) Defiende la idea de que el Ser Humano es social por Naturaleza. 2) La prueba de que el Ser Humano es un ser social es que, mientras los animales tienen la voz con la que expresan sensaciones, los Seres Humanos somos los únicos que tenemos palabra. 3) La palabra es lo que nos hace seres sociales. La palabra, el lenguaje, nos permite expresar y compartir ideas acerca de lo bueno y lo malo, ideas acerca del comportamiento humano. Somos los únicos que tenemos el sentido de lo justo y de lo injusto expresado con palabras. 4) Es la posibilidad de compartir en, comunidad, nuestras ideas acerca de lo que es justo y lo que injusto, lo que hace posible que se forme la sociedad. En el origen de la sociedad están esas ideas comunes sobre la justicia que expresamos a través de la palabra.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. La naturaleza nos ha dado la capacidad de comunicarnos con otras personas. La existencia del lenguaje frente a la simple voz de los animales, demuestra que somos seres sociales. La diferencia es que con el lenguaje humano nos comunicamos ideas acerca de lo justo o injusto, esas ideas están en el origen de la sociedad.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. En la naturaleza del ser humano está el vivir en sociedad. Como todo ser, el humano tiene un fin propio la felicidad, solo viviendo en sociedad lo alcanza. Necesitamos a los demás; por eso la familia y la aldea. De su unión la Polis, autónoma y autosuficiente; en ella alcanzamos la perfección. El ser humano es un ser social más que cualquier otro porque el lenguaje es humano, y si la naturaleza nos lo ha dado es por alguna razón, ya que todo en ella tiene una finalidad. Los animales se pueden comunicar pero solo sensaciones (placer, dolor). El lenguaje simbólico permite comunicar lo bueno y lo malo, la moral es un ámbito exclusivo humano que deriva de nuestra razón y de nuestro lenguaje. Una ciudad se define por las leyes que la rigen, por su idea de la justicia, la cual se deriva de sus ciudadanos. Así queda patente la unión entre ética y política en Aristóteles.

 

CONTEXTO DE LA FILOSOFÍA MEDIEVAL.

 

La Época Medieval (siglos V al XV) se caracteriza por el dominio de la religión cristiana. Los filósofos cristianos se enfrentan a la filosofía griega, rechazando aspectos que chocan con su fe y adaptando teorías similares. La Filosofía se pone al servicio de la Religión. El problema son las relaciones entre la Religión (la creencia, la fe) y la Filosofía (la razón).

 

El predominio de la fe sobre la razón. Agustín de Hipona intenta una síntesis entre el cristianismo y la filosofía platónica. No hay distinción entre razón y fe, solo existe una verdad, la cristiana, a la que nos conduce la fe. La razón ayuda a comprenderla mejor, a aclarar sus contenidos. Durante los siglos V al VIII se produjo un declive de la cultura europea. En el siglo IX se fundan escuelas monacales (monasterios) y catedralicias. Aparece la Escolástica, un movimiento filosófico-teológico. Se preocupan de la existencia y naturaleza de Dios, de las relaciones entre la filosofía y la teología y entre la razón y la fe. Defienden la superioridad de la teología frente a la Filosofía (esclava de la teología). El método consistía en la lectura y comentario de los textos, aceptando la autoridad indiscutible de la Biblia, de los Padres de la Iglesia y de algunas ideas de la filosofía de Platón.

 

Después de las traducciones árabes de Aristóteles (por Averroes) la influencia de la filosofía aristotélica fue enorme. En el siglo XIII surgió el averroísmo latino que, basándose en Aristóteles, defendía la autonomía de la razón frente a la fe. Apoyaban la teoría de la «doble verdad», según la cual la razón encuentra verdades que pueden ser contrarias a la fe, es decir, hay verdades de la fe y otras de la razón.

 

La autonomía limitada de la razón. Tomás de Aquino representa la cumbre de la filosofía escolástica y la asimilación de Aristóteles por el cristianismo. Replanteó el tema de la relación entre la fe y la razón y dio a la razón mayor autonomía. No obstante, aceptó el predominio de la teología sobre la filosofía. Afirmó la existencia de una única verdad, que puede ser conocida desde la razón y desde la fe. La Filosofía se ocupa de las verdades obtenidas por la razón, la Teología trata de las verdades que pueden conocerse por revelación divina, y existe un espacio común a ambas: los preámbulos de la fe.

 

La independencia de la razón y de la fe. El siglo XIV supuso la crisis de la escolástica. Su mayor crítico fue Guillermo de Ockham. En su teoría, fe y razón son distintas e independientes. Ni la razón está al servicio de la fe ni la fe necesita a la razón. La fe solo depende de la revelación, que es ajena a la razón. Y la razón, otorgada por Dios al ser humano, no tiene que tomar nada de la fe. Defender la separación entre razón y fe condujo a Ockham a una posición cercana a la mística en la fe y a una doctrina empirista en la razón.

 

AGUSTÍN DE HIPONA.

1.- LA RELACIÓN ENTRE LA FE Y LA RAZÓN. Agustín pensó que la Fe y la Razón persiguen la comprensión de la verdad cristiana, la única verdad. En ese objetivo, la razón y la fe colaboran. La fe nos lleva a las Sagradas Escrituras que nos dan los contenidos del conocimiento, los cuales, después, la razón debe hacer comprensibles. La razón no puede conducirnos, por sí sola, a la sabiduría. El ser humano necesita de la fe para alcanzar la contemplación de lo eterno e inmutable. La sabiduría consiste en dicha contemplación. Así pues, razón y fe participan conjuntamente en la búsqueda de la verdad, que nos lleva a la sabiduría y, con ella, a la felicidad.

 

Agustín mantiene que las ideas existen en la mente divina y que son el auténtico objeto de conocimiento porque son inmutables y necesarias. Para conocer esas ideas, el ser humano debe buscar dentro de sí mismo la verdad. La verdad se irradia desde Dios sobre el espíritu del ser humano. Agustín afirma que Dios ilumina el espíritu de los seres humanos.

 

2.- LA HISTORIA DE LA HUMANIDAD. En La ciudad de Dios, Agustín expone su visión de la historia y su teoría política. El tiempo histórico, que se inició con la creación del mundo y terminará con el juicio final, es lineal. Las comunidades se distinguen según sus amores; es decir, por el sistema de valores u objetivos comunes que los guían.

 

a)    La ciudad Terrenal es la comunidad de aquellos que quieren vivir según los impulsos de la carne, por aquellos que «se aman a sí mismos hasta el desprecio de Dios». Es «Babilonia» (Asiria y Roma, fundados en la codicia y en el dominio injusto).

b)    La Ciudad de Dios es la comunidad compuesta por quienes quieren vivir según el espíritu; la forman todos los justos, que «aman a Dios hasta el desprecio de sí mismos». Puede llamarse «Jerusalén», y hacia ella camina la Iglesia.

 

 

En ningún Estado se pueden realizar plenamente la justicia y la paz, porque no hay justicia humana perfecta. La ciudad de Dios es el modelo de toda sociedad, pues solo en ella reina la justicia, el orden y la paz verdaderos. Pero, la ciudad de Dios no llegará a su culminación sino al final de la historia. Para que el Estado se encamine hacia la justicia ha de seguir los principios morales del cristianismo. Agustín defiende la primacía de la Iglesia sobre el Estado. Como la Iglesia es la depositaria en la historia de las verdades y de los principios del cristianismo, es la única sociedad perfecta y, por tanto, es superior al  MN7ki

32,m

 

Agustín de Hipona, La ciudad de Dios, libro XIX, cap. 23

«Donde no se dé la justicia que consiste en que el único y sumo Dios impere [...] sobre una sociedad obediente y que así en todos los hombres de esta sociedad obediente a Dios el alma impere sobre el cuerpo y la razón sobre los vicios según el orden legítimo, de manera que todo el pueblo, igual que el creyente, viva de la fe que obra por amor, con el cual el hombre ama a Dios como debe ser amado y al prójimo como a sí mismo; donde no hay esta justicia, no hay sociedad fundada en derechos e intereses comunes. Y si no hay ese tipo de sociedad, no hay pueblo, de acuerdo con la auténtica definición de pueblo, por lo que tampoco habrá política, porque donde no hay pueblo, no puede haber política.

 

Autor. Pensador cristiano de los siglos IV y V. Principal representante de la patrística. Llevó a cabo la primera síntesis importante entre el cristianismo y la filosofía platónica. No distinguió claramente entre fe y razón, y mantuvo la supremacía absoluta de la fe.

 

Tema. Si en una ciudad no reina la justicia en sentido cristiano (si Dios y la fe no dominan sobre el pueblo), no puede existir una sociedad fundada en derechos e intereses comunes.

 

Ideas principales. 1) El texto parte de la definición cristiana de justicia y nos expone algunos de sus rasgos característicos: Dios es el fin supremo; el alma debe dominar el cuerpo; el pueblo debe vivir la fe y obrar por amor a Dios y al prójimo. 2) Donde no existe ese tipo de justicia no hay una verdadera sociedad basada en derechos e intereses comunes; en tal caso, no habrá propiamente pueblo ni política.

 

Relación entre las ideas. Comienza proponiendo un concepto religioso de justicia, todas las referencias que se dan en su definición tienen que ver con la divinidad y con la doctrina cristiana. No obstante, la conclusión del texto ya no es religiosa, sino que tiene un contenido político: no existirá pueblo ni política auténtica donde no haya justicia tal como la concibe la religión cristiana.

 

Explicación de las ideas. En su definición de justicia recurre a la única verdad, la cristiana. Su fundamento es que Dios domina sobre la sociedad. El cuerpo debe estar sometido al alma. Hay que reprimir los vicios. Todo el pueblo debe vivir la fe y obrar por amor a Dios y al prójimo, como establece el mandato divino. Cuando no impera Dios en nuestro corazón y en nuestra sociedad, sino los intereses individuales, ninguna unión puede existir, pues cada uno mirará por sus intereses particulares. No habrá pueblo y tampoco habrá política, pues esta es la práctica que busca el bien común. Para Agustín solo hay dos posibles tipos de sociedad: La ciudad de Dios: quienes aman y buscan la gloria de Dios sobre todas las cosas. Y La ciudad terrenal: quienes buscan los bienes materiales y se aman a sí mismos.

 

La sociedad donde es posible la paz y la justicia es la ciudad de Dios. La ciudad terrenal no es una verdadera sociedad, en ella cada hombre busca su beneficio y no puede haber un interés común que dirija la política. Por el contrario, en la ciudad de Dios sí hay un amor común y, por tanto, hay un pueblo y una verdadera política.

 

TOMÁS DE AQUINO.

 

Para Tomás de Aquino, la teología es la ciencia suprema, parte de principios evidentes (los artículos de la fe). Pero también utiliza principios filosóficos, aunque lo hace como ayuda, dado que únicamente las Sagradas Escrituras proporcionan argumentos apropiados y definitivos.

 

1.- La relación entre la fe y la razón. El punto de partida de Tomás de Aquino fue Aristóteles. El conocimiento racional parte de los sentidos: nuestra razón no puede conocer lo que no se nos ofrece a través de los sentidos. Por el contrario, la fe cristiana proporciona conocimiento más allá de los sentidos, se basa en la revelación divina dada al ser humano. No deben entrar en conflicto entre sí.

 

Tomás defendió la existencia de una única verdad, si bien hay una parte que es propia de la fe (ejemplo, la Santísima Trinidad), otra que es característica de la razón (ejemplo, las leyes del movimiento) y una tercera que engloba verdades a las que podemos acceder tanto desde la fe como desde la razón: los preámbulos de la fe (el mundo es creado, el alma es inmortal y Dios existe). Existen porque muchos hombres no podrían llegar a ellas sin la fe. Fe y razón nos llevan a dos campos de saber distintos: la fe, a la teología, y la razón, a la filosofía. Pero hay armonía entre ambas porque la verdad no puede ser más que una.

 

Aunque como fuentes de conocimiento, fe y razón son autónomas, la razón presta ayuda a la fe (la teología se presenta como ciencia y toma de la razón sus procedimientos, su ordenación y sus argumentos dialécticos) y la fe también ayuda a la razón (si una teoría filosófica contradice algún dogma, debemos considerar falsa tal teoría, pues las verdades reveladas son indudables). Por esto, podemos decir que la razón está subordinada a la fe.

 

2.- La demostración de la existencia de Dios. Para Tomás de Aquino, debe ser posible demostrar racionalmente la existencia de Dios. Para ello propuso sus cinco vías para demostrar la existencia de Dios desde la experiencia sensible. Parte de un hecho de la experiencia (TODO SE MUEVE), aplica el Principio de Causalidad (TODO ES MOVIDO POR ALGO), niega que se pueda ir al infinito con las causas y concluye que existe una Primera Causa que es Dios (EL PRIMER MOTOR).

 

Las cinco vías son: la del movimiento (todo se mueve, el Primer Motor es Dios), la de la causalidad (todo tiene una causa, la primera causa es Dios), la de la contingencia (los seres sensibles no son necesarios, Dios es necesario), la de los grados de perfección (los seres humanos son imperfectos, Dios es perfecto) y la del orden del mundo (Dios es la inteligencia que ordena el mundo).

 

 

 

 

 

Tomás de Aquino, Summa theologca, libro 1, c1, art.1.

Para la salvación humana fue necesario que, además de las materias filosóficas, cuyo campo analiza la razón humana, hubiera alguna ciencia cuyo criterio fuera lo divino. Y esto es así porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la  comprensión a la que puede llegar sólo la razón. Dice Isaías 64,4: iDios!, Nadie ha visto lo que tienes preparado para los que te aman. Sólo Tú. El fin tiene que ser conocido por el hombre para que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre, para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su razón humana. Más aún. Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la revelación divina, ya que, con la sola razón humana, la verdad de Dios sería conocida por pocos, después de muchos análisis y con resultados plagados de  errores. Y, sin embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación del hombre, pues en Dios está la salvación. Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma más fácil y segura, fue necesario que los hombres fueran instruidos, acerca de lo divino, por revelación divina. Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias  filosóficas, resultado de la razón, hubiera una doctrina sagrada, resultado de la revelación.

 

TEMA. Para la salvación humana no basta la razón, la filosofía; hace falta también la revelación divina, la teología.

 

IDEAS PRINCIPALES.

1)  El argumento que demuestra la necesidad de la teología para la salvación es que Dios, fin al que el hombre se dirige y que, por tanto, debe conocer, no puede ser comprendido solo por la razón; además, hace falta la revelación.

2)  Solo con la razón, la verdad de Dios sería conocida por muy pocos y con muchos errores. En cambio, la revelación proporciona un conocimiento siempre verdadero.

3)  Además de la filosofía, ciencia de la razón, es necesaria una doctrina sagrada o teología, ciencia de la revelación.

 

Relación entre las ideas. Para justificar la necesidad de la teología, además de la filosofía, para lograr la salvación, se exponen dos argumentos: 1) El fin del hombre es conocer a Dios, pero el conocimiento de Dios excede la comprensión de nuestra razón. 2) Si no pudiéramos conocer a Dios por revelación, solo unos pocos hombres lo conocerían y con muchos errores.

 

Explicación de las Ideas. Para que podamos salvarnos no es suficiente la razón humana, la filosofía; además, es imprescindible la revelación. El conocimiento racional parte de lo sensible y es limitado. Pero el fin del hombre es Dios y, para alcanzarlo, hay que conocerlo. Ahora bien, nuestra razón no puede conocer un Dios que no se ofrece a nuestros sentidos. Tenemos que recurrir a la fe, a la revelación divina,  que amplía y perfecciona la razón. Tomás de Aquino hace referencia a unas verdades accesibles tanto desde la fe como desde la razón, los preámbulos. Hay un ámbito del conocimiento exclusivo de la razón (la física), uno exclusivo de la fe (la Santísima Trinidad) y otro intermedio (Dios existe, el alma es inmortal, el mundo es creado). Las "cinco vías” son demostraciones racionales de la existencia de Dios. Parten de efectos sensibles que la razón conoce (movimiento, causas…) y nos permiten deducir la existencia de Dios.

 

 

 

OCKHAM.

 

1.- La separación de la fe y la razón. El siglo XIV supuso la crisis de la escolástica y el ocaso de las síntesis entre filosofía y cristianismo basadas en el pensamiento griego, cuya culminación fue Tomás de Aquino. Se rompe el acuerdo entre razón y fe. Para Ockham, la razón tiene unos límites estrechos y las verdades de la fe quedan fuera de su alcance. En consecuencia, la teología deja de ser una ciencia, pues no puede demostrar sus afirmaciones (se convierte en un saber práctico para conducir al hombre a la salvación eterna). La teología busca apoyo en la revelación, y el interés de los filósofos se orienta hacia nuevos problemas; especialmente, hacia el estudio de la naturaleza y hacia la ciencia.

 

Para Ockham, fe y razón son fuentes de conocimiento distintas y tienen contenidos distintos; no hay ninguna zona de verdades comunes y tampoco es posible la colaboración entre ellas. Los ámbitos propios de la fe y de la razón están totalmente separados (la existencia de Dios es indemostrable por la razón). La fe se justifica por sí misma y no necesita de la razón, porque esta nada puede aportar a la revelación. La religión es objeto exclusivo de fe y la filosofía no puede aclarar los contenidos de la fe. La filosofía debe ocuparse del mundo natural y finito, si bien en este ámbito hay que respetar la libertad de investigación.

 

2.- La separación de la religión y la política. Es necesario abordar la teoría política de Ockham en el contexto de las polémicas en las que participó. Por un lado la discusión entre los franciscanos y el papa en torno a la pobreza evangélica. Ockham defendió que, ni Cristo ni los apóstoles tuvieron propiedades, denunciando el afán del Papa y de la Iglesia por acumular poder y riquezas. Por otro lado la disputa entre el emperador y el papa. Ockham apoyó al emperador y defendió la separación de poderes. Su tesis es que el Papa no tiene jurisdicción en los asuntos temporales.

 

Así pues, la obra política de Ockham gira en tomo a la relación entre el poder del Estado y el de la Iglesia. Su objetivo es separar lo espiritual de lo temporal, para garantizar la espiritualidad de la comunidad cristiana. Los partidarios del poder absoluto del Papa sostenían que la autoridad procede de Dios y que solo el papa tiene autoridad absoluta, tanto temporal como espiritual. Ockham defiende que el Papa no tiene jurisdicción sobre el imperio que había sido fundado antes de la venida de Cristo por los romanos.

 

Ockham también se opuso al poder absoluto del Papa en lo espiritual. Sostuvo que el dominio ilimitado del Papa en la Iglesia carecía de justificación y era perjudicial para los intereses espirituales de la cristiandad; por ello, defendió que se debía limitar su poder.

Ockham, Sobre el gobierno tiránico del Papa, LII, c.16.

Pero me parece que se ha de afirmar que de la potestad regular y ordinaria  concedida y prometida a Pedro y a cada uno de sus sucesores por las palabras de Cristo, ya citadas ["Lo que atareis en la tierra, quedará atado en el cielo"], se  han de exceptuar los derechos legítimos de emperadores, reyes y demás fieles e  infieles que de ninguna manera se oponen a las buenas costumbres, al honor de Dios y á  la observancia de la ley evangélica. [....]  Tales derechos existieron antes de la institución explícita de la ley evangélica y pudieron usarse lícitamente. De forma que el papa no puede en modo alguno  alterarlos o disminuirlos de manera regular y ordinaria, sin causa y sin culpa, apoyado en el poder que le fue concedido inmediatamente por Cristo. Y, si en la práctica el papa intenta algo contra ellos [los derechos de los emperadores y reyes], es  inmediatamente nulo de derecho. Y, si en tal caso dicta sentencia, sería nula por el mismo  derecho divino como dada por un juez no propio.

 

Autor. Filósofo inglés del siglo XIV, fue franciscano y criticó la filosofía escolástica. En contra de Tomás de Aquino, defendió la separación entre fe y razón. Participó en varias polémicas en tomo al poder papal (era partidario de limitarlo dentro y fuera de la Iglesia) y a la pobreza evangélica que debía adoptar la Iglesia.

 

TEMA. El poder del papa no es absoluto, el emperador tiene legítima y propia autoridad.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) El poder concedido por Cristo a los papas no es absoluto, ya que de él hay que exceptuar los derechos legítimos de los emperadores y reyes que no van contra la ley de Dios. 2) Tales derechos son anteriores a la venida de Cristo; por tanto, son anteriores a la institución del papado. 3) El papa no puede alterar tales derechos, dado que están en un campo o jurisdicción que no es de su competencia.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto defiende la limitación del poder del papa, que debe estar al margen del poder civil que no se opone a la ley de Dios, pues ya existían emperadores legítimos antes del papado (antes de la venida de Cristo) De aquí se concluye que el papa no puede entrometerse en los derechos de los gobernantes civiles, que son ajenos a su jurisdicción; si lo hiciera, su sentencia sería nula.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El Tema central de la política de Ockham son las relaciones entre el poder civil y el poder eclesiástico. Según el texto, el papa debe mantenerse al margen del poder civil. De la autoridad que Cristo concedió a los papas, han de excluirse los derechos que tienen legítimamente los emperadores que no se oponen a las buenas costumbres ni a la ley evangélica. El poder de los sumos pontífices es solo de carácter espiritual. El gobierno político es asunto de la autoridad civil de cada comunidad.   La prueba que demuestra la legitimidad del poder civil es la constatación de un hecho histórico: los emperadores existieron antes de que fuera creado el papado (el imperio romano fue fundado antes de la venida de Cristo y, él mismo respetó el poder imperial [Dad al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios]). La historia y las Sagradas Escrituras demuestran la independencia del poder civil frente al poder eclesiástico. Por tanto, el papa no puede atacar los derechos de reyes y emperadores, y si lo hace, sus dictados son nulos, ilegítimos, pues está actuando fuera de su competencia jurisdiccional. 

 

 
 

 

 

 

 

CONTEXTO DE LA FILOSOFÍA MODERNA.

RENACIMIENTO, REVOLUCIÓN CIENTÍFICA Y RACIONALISMO.

 

EL RENACIMIENTO. La Cultura Moderna surge de las transformaciones políticas, económicas y sociales del Renacimiento, en los siglos XV y XVI. Es la ruptura con el mundo medieval. Hay un declive de la Filosofía, se vuelve a los autores griegos y romanos. Frente al peso de Dios en la Edad Media, la visión del mundo del Renacimiento es Antropocéntrica, el ser humano alejado de lo espiritual, ocupa el centro de la Filosofía. Nicolás de Cusa defiende que a Dios no puede conocérsele con la razón. Giordano Bruno habla de un Universo Infinito animado por un Alma universal. En el Pensamiento Político aparece Tomás Moro y su Utopía, en la que propone una Sociedad perfecta (platónica) basada en un orden natural y racional. También Maquiavelo, iniciador de una nueva teoría política, independiente de la Ética y la Religión, centrada en aspectos técnicos (El Principe).

 

LA REFORMA PROTESTANTE (luterana) introdujo una nueva forma de mirar la religión, la necesidad de recuperar la pureza original del cristianismo. Lutero, siguiendo a Agustín, defiende la existencia de dos reinos independientes: el reino de Dios, la Iglesia, sometida a Cristo y a las Sagradas Escrituras. Y el reino del Mundo, de los no creyentes, sometido a la autoridad temporal de los hombres. Esta Reforma creará un cisma en la Iglesia cristiana.

 

LA REVOLUCIÓN CIENTÍFICA. Se inicia en el siglo XVI con Francis Bacón. Inaugura la nueva ciencia defendiendo la investigación científica. Copérnico, Kepler y Galileo, astrónomos, desarrollan nuevas hipótesis científicas, nuevos modos de acercarse al estudio de la naturaleza. Nace la ciencia experimental, la Física, basada en dos ideas: las leyes de la Naturaleza se expresan matemáticamente y, las hipótesis han de comprobarse de forma empírico-experimental. Será el método hipotético-deductivo, el sistema del mundo de Newton será su máxima expresión. Crean una nueva imagen del universo en la que la Tierra no está en el centro, gira en torno al Sol (derribando la idea religiosa acerca de la centralidad universal del Ser Humano como hijo predilecto de Dios).

 

El Renacimiento, la crisis de la escolástica medieval y el pensamiento científico llevan a la filosofía a centrarse en nuevos interrogantes: ¿qué podemos conocer? y ¿cuál es el método que debemos seguir? En el siglo XVII encontramos diferentes posturas. El Racionalismo (Descartes, Spinoza y Leibniz) defiende que la realidad está ordenada y puede ser conocida usando la ciencia deductiva. Los principios del conocimiento no vienen de los sentidos, el entendimiento los posee en sí mismo. La razón humana tiene ideas innatas (las que tiene el sujeto desde su nacimiento). Las Matemáticas son el modelo a seguir por las ciencias modernas. Frente a ellos se sitúa el Empirismo que defiende la idea de que todo nuestro conocimiento viene de la experiencia, de los sentidos y, por tanto, no existen las ideas innatas.

 

 

Contexto Filosófico de la FILOSOFÍA MODERNA.

RACIONALISMO, EMPIRISMO E ILUSTRACIÓN.

 

El Renacimiento, la crisis de la escolástica medieval y el pensamiento científico llevan a la filosofía a centrarse en nuevos interrogantes: ¿qué podemos conocer? y ¿cuál es el método que debemos seguir? En el siglo XVII encontramos diferentes posturas. El RACIONALISMO (Descartes, Spinoza y Leibniz) defiende que la realidad está ordenada y puede ser conocida usando la ciencia deductiva. Los principios del conocimiento no vienen de los sentidos, el entendimiento los posee en sí mismo. La razón humana tiene ideas innatas (las que tiene el sujeto desde su nacimiento). Las Matemáticas son el modelo a seguir por las ciencias modernas.

 

Frente a ellos está el EMPIRISMO, corriente filosófica británica (Locke y Hume). Rechazan el Racionalismo, especialmente las Ideas Innatas. No existen ideas innatas, antes de la experiencia nuestro entendimiento es una página en blanco en la que nada hay escrito. Todo el conocimiento viene de la experiencia, de los sentidos. Así critican las doctrinas Metafísicas (de Descartes por ejemplo). La Física es el verdadero modelo de Ciencia a seguir.

 

Kant, filósofo ilustrado, intenta elaborar una Teoría del conocimiento que sintetice lo mejor del racionalismo y del empirismo. El Racionalismo (Descartes) cae en el dogmatismo y el Empirismo (Hume), al hacer de la experiencia el origen y el límite del conocimiento desemboca en el escepticismo. La solución de Kant es un sistema en el que, sin olvidar la experiencia, se garantiza la universalidad y necesidad del conocimiento. Kant es ilustrado y también trata temas como la naturaleza o la libertad del hombre.

 

LA ILUSTRACIÓN. Fue un movimiento cultural y filosófico que considera la razón la facultad esencial de conocimiento. La razón ilustrada puede liberar al hombre de la ignorancia, del sometimiento a la naturaleza, de las supersticiones religiosas y de la opresión política. A partir de ahí, el pensamiento ilustrado cuestionó las religiones cargadas de ritos, dogmas y supersticiones. Frente a ellas buscaron una religión natural, una religión que tendía a identificarse más con la moral que con las religiones tradicionales. La Ilustración mantuvo su confianza en el progreso de la razón y de la humanidad, un progreso continuo y sin límites. El hombre se va perfeccionando a lo largo de la historia. Rousseau fue muy crítico con el optimismo ilustrado que mostraba una total confianza en la razón y en el progreso. Según él, el hombre es bueno por naturaleza, y son la cultura y la sociedad los medios principales de la degeneración del ser humano.

 

 

 

 

 

 

 

DESCARTES.

1.- RACIONALISMO Y MÉTODO. A los Racionalistas del siglo XVII les interesa el problema del origen del conocimiento. Descartes aceptará la existencia de ideas innatas en el sujeto. Se plantea como objetivo el logro de la verdad filosófica mediante el uso de la razón (desarrollar un sistema de proposiciones verdaderas en el que no se dé por supuesto nada que no sea evidente). La Filosofía es para él el estudio de la sabiduría. Su ideal es un sistema de verdades científicas, ordenadas de modo que la mente pase de verdades fundamentales evidentes por sí mismas a otras verdades evidentes implicadas por las primeras. Se trata de hacer que las verdades se ajusten a lo racional, del mismo modo que lo hacen las matemáticas.

 

1.1.- EL MÉTODO DE DESCARTES. Descartes quiere encontrar algo con absoluta certeza, pero solo encuentra la verdad en las matemáticas. ¿Por qué los matemáticos pueden demostrar sus proposiciones, mientras que los filósofos se pierden en disquisiciones? Es necesario reconstruir el edificio del saber sobre bases firmes y seguras. Eso será el Método.  Unas reglas fáciles, tales que todo aquel que las siga no tome nunca a algo por verdadero y, así, llegue a la comprensión de todas aquellas cosas que no sobrepasen su capacidad.

 

¿Pero cuál es el modo de conocer de la razón? La Intuición y la Deducción. La INTUICIÓN es un instinto natural que tiene por objeto las naturalezas simples (por medio de ellas captamos inmediatamente conceptos simples sin duda o error). Es la forma en que entendemos las verdades más simples, como dos y dos son cuatro. La DEDUCCIÓN nos permite comprender todas las cosas que son consecuencia necesaria de otras conocidas.

 

1.2.- REGLAS DEL MÉTODO.

 

1.    REGLA DE LA EVIDENCIA: no admitir jamás como verdadera cosa alguna sin conocer con evidencia que lo era. La evidencia se da en la intuición, acto racional por el que la mente capta una idea. ¿Qué intuye la mente? Ideas claras (cuando podemos advertir todos sus elementos sin la menor duda) y distintas (cuando se diferencia de las demás).

2.    REGLA DEL ANÁLISIS: Dividir cada una de las dificultades en tantas partes como sea posible para resolverlas mejor. Un problema no es más que un conjunto de ideas complejas. Analizar es descomponer en sus elementos simples.

3.    REGLA DE LA SÍNTESIS: Orden en mis pensamientos, comenzando por los objetos más simples y más fáciles de conocer para ascender hasta el conocimiento de los más complejos. Una vez que tenemos los elementos simples de un problema hay que reconstruirlo en toda su complejidad, deduciendo todas las ideas y consecuencias que se deriven.

4.    REGLA DE LA COMPROBACIÓN: Realizar en todo unos recuentos y unas revisiones tan generales que pudiese estar seguro de no omitir nada. Comprobar y revisar que no haya habido error alguno en todo el proceso.

 

 

 

2.- DUDA METÓDICA Y COGITO ERGO SUM. Dudar de todo es un procedimiento metodológico para encontrar una verdad indubitable. La duda no es para él la postura mental definitiva, por eso su duda es sólo metódica.

 

PRIMER MOMENTO DE LA DUDA. Se desconfía de la información procedente de los sentidos. Los sentidos muchas veces engañan, como cuando introduzco un palo en el agua y parece quebrado. No es prudente fiarse de lo que nos ha engañado alguna vez, por lo que será necesario dudar de todos los conocimientos que derivan de los sentidos.

 

SEGUNDO MOMENTO DE LA DUDA. Es imposible distinguir cuándo soñamos o cuándo estamos despiertos. ¿Cuántas veces he soñado situaciones muy reales que, al despertarme, he comprendido que eran un sueño? Esta incapacidad de distinguir el sueño de la vigilia me lleva a dudar del ámbito de mis pensamientos.

 

TERCER MOMENTO DE LA DUDA. Desconfió de la razón. Parece haber conocimientos de los que razonablemente no puedo dudar, como las matemáticas. Pero, puede ser que el mismo Dios que me ha creado me haya creado de modo que cuando pienso que 2+2 = 4 me esté equivocando. En ese caso todos mis conocimientos serían dudosos y, por lo tanto, según el criterio establecido, deberían ser considerados todos falsos.

 

CUARTO MOMENTO DE LA DUDA. La hipótesis de que hay un genio maligno empeñado en confundirme. Puede que exista un genio malvado que esté interviniendo siempre en mis pensamientos haciendo que tome siempre lo falso por verdadero y me engañe. Así, la duda se extiende a todos los conocimientos que no parecen derivar de la experiencia.

 

2.1.- EL GÓGITO ERGO SUM. LA PRIMERA CERTEZA: PIENSO LUEGO EXISTO. La duda ha puesto entre paréntesis las certezas más habituales: desconfío ahora de la existencia del mundo y de los objetos externos; de la existencia de mi propio cuerpo; incluso de las verdades matemáticas. ¿Qué me queda entonces? La duda no afecta a una primera certeza absoluta: Yo soy. Si no existiera, no podría ser engañado. Por tanto, aunque al pensar me equivoque, es innegable que Pienso, luego existo. Lo único que no se puede poner en duda es el propio sujeto que duda, que piensa en la existencia de las cosas. Esto me descubre que soy una cosa que piensa. Puedo dudar de todo menos de que existe un ser que duda. Del acto mismo de dudar surge una verdad indubitable: "cogito, ergo sum", es decir, pienso, luego existo. Esta verdad es tomada por Descartes como el primer principio evidente de la filosofía. Es una verdad clara y distinta de la que pueden deducirse todas las demás verdades.

 

Este "pienso, luego existo" no es resultado de una deducción, es una intuición, una evidencia inmediata, una idea clara y distinta gracias a la cual me experimento a mí mismo como una cosa que piensa (como una res cogitans). Es un principio del que no se puede dudar, absolutamente verdadero.

 

3.- RES COGITANS Y MECANICISMO.

EL GÓGITO ERGO SUM. LA PRIMERA CERTEZA: PIENSO LUEGO EXISTO. La duda ha puesto entre paréntesis las certezas más habituales. ¿Qué me queda entonces? La duda no afecta a una primera certeza absoluta: Yo soy. Si no existiera, no podría ser engañado. Por tanto, aunque al pensar me equivoque, es innegable que Pienso, luego existo. Del acto mismo de dudar surge una verdad indubitable: "cogito, ergo sum", es decir, pienso, luego existo. Apliquemos las reglas del Método al conocimiento. La primera regla es la de la Evidencia de la que obtenemos la primera verdad: PIENSO luego EXISTO. La segunda regla es la del Análisis: descomponer el PIENSO LUEGO EXISTO. De la aplicación de la regla del Análisis obtenemos el PIENSO (Pensamiento) y el EXISTO (Existencia).

 

A) PENSAMIENTO: IDEAS. Existen ideas Simples (captadas inmediatamente: Matemáticas) e Ideas Complejas (por demostración). Analicémoslas para ver si alguna nos sirve para saltar del pensamiento a la realidad. Vemos que hay IDEAS ADVENTICIAS (experiencia sensible: idea de mariposa); IDEAS FACTICIAS (a partir de ideas adventicias y la imaginación: idea de un caballo con alas) e IDEAS INNATAS (no vienen de los sentidos, ni de la imaginación. Están en mi mismo. Una es la idea de Dios).

 

B) EXISTENCIA: SUSTANCIAS. SUSTANCIA: "una cosa que existe de tal manera que no tiene necesidad sino de sí misma para existir". Así pues, sólo Dios es sustancia, puesto que las criaturas necesitan de Dios para existir. Existen entonces dos clases de sustancias. La SUSTANCIA INFINITA (Dios) que no necesita de otra cosa para existir, y las SUSTANCIAS FINITAS que no necesitan de otra cosa para existir, excepto Dios. Las sustancias finitas son PENSAMIENTO (res cogitans), y EXTENSIÓN (res extensa). A cada sustancia le corresponde un atributo, el alma es pensamiento, y los cuerpos son extensión.

 

Ahora aplicamos la tercera regla, la de la Síntesis, y volvemos a unir Pensamiento y Existencia, explicando sus causas y conexiones. Así tenemos tres sustancias.

 

1.   LA SUSTANCIA INFINITA. Demuestra la existencia de Dios por la perfección. El que yo dude hace que sea imperfecto y saberlo implica que en mí existe la idea de perfección. Esa idea no es adventicia (nada exterior a mi es perfecto), no es facticia (no tengo elementos para crearla); debe ser una idea innata puesta en mi interior por un ser perfecto.

 

2.   LAS SUSTANCIAS FINITAS: PENSANTE Y EXTENSA. Dios, perfecto y bueno, no puede engañarnos con la existencia del mundo o a la certeza de los conocimientos matemáticos. Recupera todo lo que había puesto en duda con Dios garantía del conocimiento. El PENSAMIENTO (res cogitans) es una cosa que duda, imagina, siente. El conocimiento es un yo que piensa ideas. El atributo del alma es el pensamiento. Descartes deduce la existencia de la realidad a partir del pensamiento. La existencia del mundo es demostrada por la existencia de Dios. Puesto que Dios existe y es infinitamente bueno, no puede permitir que me engañe al creer que el mundo existe, luego el mundo existe.

 

 

TEXTO. DESCARTES. Discurso del Método, IV.

«Así, a causa de que nuestros sentidos nos engañan algunas veces, quise suponer que no había ninguna cosa que fuera como las imágenes que ellos nos transmiten de esa cosa. Y como hay hombres que se equivocan al razonar, incluso en cuanto a las cuestiones más simples de la geometría y cometen en ellas razonamientos falsos, juzgando que yo estaba expuesto a equivocarme como cualquier otro, rechacé como falsas todas las razones que había tomado antes por demostradas. En fin, considerando que todos los pensamientos que tenemos cuando estamos despiertos nos pueden venir también cuando dormimos, sin que haya ninguno que, por tanto, sea verdadero, resolví fingir que todas las percepciones que hasta entonces habían entrado en mi mente no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños. Pero enseguida me di cuenta de que, mientras quería pensar así que todo era falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese algo. Y notando que esta verdad pienso luego existo era tan firme y tan segura que hasta las más extravagantes suposiciones de los escépticos no eran capaces de hacer tambalear, juzgué que la podía recibir sin escrúpulo como el primer principio de la filosofía que buscaba».

 

AUTOR. Filósofo y científico francés del siglo XVII. Iniciador del Racionalismo y de la filosofía moderna. Sólo aceptó la autoridad de la razón, origen y fundamento del conocimiento.

 

TEMA. En su búsqueda de un principio firme para la filosofía, Descartes duda de las certezas comúnmente aceptadas. Concluye que "pienso, luego existo" es ese principio.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) Dado que los sentidos, en ocasiones, nos engañan, pongo en duda la validez de las sensaciones. 2) Como a veces nos equivocamos en los razonamientos matemáticos, supongo que mis demostraciones son falsas. 3) No siempre está clara la distinción entre los sueños y en la realidad; finjamos, entonces, que lo que hasta ahora hemos tomado por mundo real sea ilusión. 4) "Pienso, luego existo" es una verdad firme y segura que sirve como primer principio de la filosofía.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. La duda metódica tiene como objetivo prescindir, como conocimiento poco fiable, de todo cuanto podemos dudar. Rechaza los sentidos, las verdades de las matemáticas y la existencia del mundo real. Concluye que yo, que dudo, he de existir. Queda superada la duda con esta primera verdad, fundamento de su filosofía.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. Descartes defiende la autonomía del conocimiento humano con respecto a la fe y afirma que la verdad depende solo de la razón. En su búsqueda del saber el hombre tiene como luz a la razón. En ella hallamos las verdades a partir de las cuales construir el edificio del saber. Hay que encontrar una verdad absolutamente cierta, dado que su ideal de ciencia es la matemática que parte de principios ciertos y evidentes. Con el fin de encontrar esa verdad, propone su duda metódica, rechaza todos los conocimientos de los que es posible dudar. No significa que todo sea falso, sino que, al no ser un conocimiento seguro, no puede servir como principio de un saber definitivo. Hay tres niveles de duda: la información de los sentidos, las demostraciones científicas y el mundo real, pero la propia duda nos dirige a la primera verdad: "pienso, luego existo». Esta verdad está en la razón, fuente del conocimiento para el racionalismo, y es la base de un saber firme porque es indudable. De ella surge el criterio de certeza: lo verdadero es evidente (claro y distinto). Desde la existencia del yo pensante y de la idea innata de infinito, Descartes llegará a la existencia de Dios, y de esta, a la del mundo real, las tres sustancias que forman la realidad cartesiana: infinita (Dios), pensante (yo) y extensa (materia).

DAVID HUME. Empirismo.

El empirismo niega rotundamente que los humanos tengan ideas innatas o que cual cosa sea entendible sin tener que hacer alusión a la experiencia.

 

1.- EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO. El empirismo tomara la experiencia como la fuente y el límite de nuestros conocimientos. Cuando nacemos la mente es una "tabula rasa" en la que no hay nada impreso. Todos sus contenidos dependen de la experiencia.

 

1.1. Impresiones e ideas: Hume comienza la presentación de su filosofía con el análisis de los contenidos mentales. Encuentra dos tipos de contenidos: las impresiones y las ideas. Impresiones: datos inmediatos de la experiencia: sensaciones o sentimientos (oír, ver, sentir, amar, odiar, desear, querer, etc.). Ideas: copias debilitadas de las impresiones en el pensamiento. Las impresiones, por su parte, pueden ser de dos tipos: de sensación y de reflexión. Las impresiones de sensación y las impresiones de reflexión. Además, las impresiones pueden clasificarse también como simples o complejas.

 

1.2. Las leyes de la asociación de ideas: Pero por poco que nos hallamos detenido a reflexionar sobre la forma en que se produce la combinación de ideas podemos observar cómo esa asociación se produce siempre siguiendo determinadas leyes: la de semejanza, la de contigüidad en el tiempo o en el espacio, y la de causa o efecto.

 

1.3. Relaciones de ideas y cuestiones de hecho: Nos dirá que todos los objetos de la razón pueden dividirse en dos grupos: relaciones de ideas y cuestiones de hecho.

 

a) Relaciones de ideas: Son "las ciencias de la Geometría, Álgebra y, Aritmética…". Pueden ser conocidos independientemente de lo que exista. Dependen de la actividad de la razón, ya que una proposición como "el cuadrado de la hipotenusa es igual al cuadrado de los dos lados de un triángulo rectángulo" expresa simplemente una determinada relación que existe entre los lados del triángulo, independientemente de que exista o no.

 

b) Cuestiones de hecho: Las cuestiones de hecho, no pueden ser investigadas de la misma manera, ya que lo contrario de un hecho es, en principio, siempre posible. No hay ninguna contradicción en la proposición "el sol no saldrá mañana", ni es menos inteligible que la proposición, "el sol saldrá mañana". Todos los razonamientos sobre cuestiones de hechos parecen estar fundados, nos dice, en la relación de causa y efecto.

 

2.- REALIDAD.

 

2.1. La crítica del principio de causalidad: El conocimiento de hechos está fundado en la relación causa y efecto. ¿Pero qué contiene exactamente la idea de causalidad? Una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto, de tal modo que, conocida la causa, la razón puede deducir el efecto que se seguirá. ¿Hay alguna impresión que corresponda a la idea de "conexión necesaria"? Si observamos cualquier cuestión de hecho, por ejemplo, el choque de dos bolas de billar observamos el movimiento de la primera bola y su impacto (causa) sobre la segunda, que se pone en movimiento (efecto); en ambos casos, tanto a la causa como al efecto les corresponde una impresión, siendo verdaderas dichas ideas. Estamos convencidos que si la primera bola impacta con la segunda, ésta se desplazará al suponer una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto: ¿Pero hay alguna impresión que le corresponda a esta idea de "conexión necesaria"? No, lo único que observamos es la sucesión entre el movimiento de la primera bola y el movimiento de la segunda, pero por ninguna parte aparece una impresión que corresponda a la idea de "conexión necesaria", por lo que hemos de concluir que la idea de que existe una "conexión necesaria" entre la causa y el efecto es una idea falsa.

 

3.- El Mundo, el Alma y Dios.

 

El Mundo: “Creemos" que los objetos y las percepciones son una sola cosa, o que nuestras percepciones están causadas por los objetos, a los que reproducen fielmente, y que los objetos están fuera de nosotros. Pero si analizamos la cuestión filosóficamente tal creencia se muestra enteramente infundada. El alma: ¿De qué impresión podría proceder tal idea del alma? No existen impresiones constantes e invariables entre nuestras percepciones de las que podamos extraer tal idea del yo, del alma. Dios: Hume estudia el tema de Dios y la vida futura, teniendo en cuenta las críticas realizadas a la idea de sustancia y al principio de causalidad. En virtud de ello, no reconocerá validez alguna a las demostraciones metafísicas de la existencia de Dios, considerando que dicha existencia no es demostrable racionalmente.

 

4.- ÉTICA. El sentimiento moral. Que la moralidad existe es una cuestión de hecho: todo el mundo hace distinciones morales. Pero, ¿se fundan en la razón, de modo que lo bueno y lo malo son lo mismo para todos los seres humanos? ¿O se fundan en el sentimiento, en la forma en que reaccionamos ante los "objetos morales" según nuestra constitución humana?

 

Hume rechaza la posibilidad de que la razón sea la fuente de la moralidad.

 

A) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de hechos. Lo que denominamos "bueno" y "malo" no puede ser una cualidad o propiedad de un objeto. SI analizamos una acción, sea buena o mala, y describimos los hechos, aparecerán las propiedades de los objetos, pero no aparecerá lo "bueno" o lo "malo" como cualidad de ningun objeto, sino como un "sentimiento" de aprobación o desaprobación de los hechos descritos.

 

B) Las distinciones morales no proceden del conocimiento de relación de ideas. Queda sólo la posibilidad de que se trate de un conocimiento de relación de ideas, en cuyo caso debería ser una relación de semejanza, de contrariedad, de grados, de cualidad o de proposiciones de cantidad y números. Pero estas relaciones se encuentran en las cosas materiales (incluyendo a los animales), en nosotros, en nuestras acciones, pasiones y voliciones. Deberíamos considerar lo "bueno" y lo "malo" del mismo modo, en la acción humana y en la naturaleza y de los seres irracionales, lo que, por supuesto, no hacemos.

 

C) La moralidad se funda en el sentimiento. La moralidad se funda en el sentimiento. Consideramos, pues, que algo es bueno o malo, justo o injusto, virtuoso o vicioso, no porque la razón capte o aprehenda ninguna cualidad en el objeto moral, sino por el sentimiento de agrado o desagrado, de aprobación o rechazo que se genera en nosotros al observar dicho objeto moral, según las características propias de la naturaleza humana. La valoraciones morales no dependen, pues, de un juicio de la razón, sino del sentimiento.

TEXTO. DAVID HUME. Investigación sobre los principios de la moral.

«Cuando un hombre denomina a otro su enemigo, su rival, su antagonista, su adversario, se entiende que habla el lenguaje del egoísmo, y que expresa sentimientos que le son peculiares y que surgen de su situación y circunstancias particulares. Pero cuando otorga a cualquier hombre los epítetos de vicioso, odioso o depravado; habla entonces otro lenguaje, y expresa sentimientos con los que espera que todo su auditorio estará de acuerdo. Por lo tanto, aquí debe apartarse de su situación privada y particular, y debe escoger un punto de vista que sea común a él y a los demás. Debe mover algún principio universal de la constitución humana, y pulsar una cuerda en la que toda la humanidad esté de acuerdo y en armonía. Si, por tanto, quiere decir que este hombre posee cualidades cuya tendencia es perniciosa para la sociedad, ha escogido este punto de vista común, y ha tocado el principio de humanidad en el que todos los hombres concurren en cierto grado».

 

Autor. Filósofo ilustrado británico del siglo XVIII. Empirista, afirma que el origen y el límite del conocimiento es la experiencia sensible y niega la existencia de ideas innatas. Admirador de Newton, quiso aplicar el método experimental de la ciencia moderna a la filosofía.

 

TEMA. Para calificar moralmente a una persona, no nos basamos en un sentimiento egoísta y particular, sino en uno común a todos los hombres.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) Cuando decimos de alguien que es nuestro enemigo, hablamos un lenguaje egoísta. 2) Cuando calificamos a alguien como vicioso o depravado, es decir, cuando lo valoramos moralmente, lo hacemos desde un punto de vista común a todos los hombres, nos mueve un principio universal de la constitución humana. 3) Si, a la hora de hacer esa valoración, tomamos como referencia lo que es perjudicial para la sociedad, escogemos ese punto de vista común propio de la moral.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. Expone elementos de la moral emotivista. Distingue la calificación personal/particular de la calificación general/moral. La valoración moral expresa sentimientos que nacen de la naturaleza humana que contiene principios comunes a la humanidad. Además, señala la utilidad social como referencia para calificaciones morales.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. La ética de Hume se opone a cualquier ética racionalista. Los juicios morales, por los que aprobamos o reprobamos la conducta, tienen como fin empujar al hombre a actuar. Ahora bien, no es la razón la que nos mueve a actuar, sino la pasión, el sentimiento: la esperanza de obtener placer o de evitar el dolor. La razón es «esclava de las pasiones». La calificación de vicioso, odioso o depravado, la calificación moral, «expresa sentimientos» (no razonamientos). Características del sentimiento moral: Es un sentimiento desinteresado, desde el punto de vista moral, debemos considerar las acciones o a las personas de forma general, sin referirlas a nuestro interés particular. Además, existen principios comunes a toda la humanidad, responsables de que los sentimientos morales sean similares y actúen igual en todos los hombres. Todos juzgamos como bueno ayudar a otros, y como malo, el asesinato. Destaca la importancia de la utilidad para despertar el sentimiento de agrado por el que calificamos una acción o a una persona como virtuosa. Lo que es pernicioso para la sociedad es moralmente malo. Hume considera que es la utilidad social, no individual, la que nos lleva a la aprobación de una acción. La ética de Hume no cae en el subjetivismo, pues la naturaleza común de los seres humanos hace que tales sentimientos funcionen de una misma forma.

 

KANT. CRITICISMO, RAZÓN Teórica y Práctica.

Kant es el máximo representante de la Ilustración alemana. Su vida y su obra están dedicadas a liberar a la Humanidad del pensamiento tradicional. El CRITICISMO kantiano estudia nuestra capacidad racional, y lo hace para encontrar respuestas a los grandes problemas, ¿QUÉ PODEMOS CONOCER? (Conocimiento científico de la Naturaleza) ¿QUÉ DEBEMOS HACER? (Ética y Política), ¿QUÉ PUEDO ESPERAR? (Religión) y ¿QUÉ ES EL HOMBRE? La meta de la filosofía kantiana es la claridad racional al servicio de una humanidad libre y justa.

 

a)  OBJETIVOS DE LA FILOSOFÍA DE KANT. 1) Criticar a la razón, descubrir lo que la paraliza. 2) Ilustración y libertad como objetivos de la razón. Someter a juicio a la razón es necesario por la minoría de edad de la gente, por su pereza para atreverse a pensar por sí mismos. La crítica de la razón es un ejercicio de libertad. 3) La Razón debe aclarar qué es el ser humano, qué es su libertad, cómo funciona su razón y cuáles son sus fines.

 

b)  LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PURA. LA PREGUNTA ¿QUÉ PUEDO CONOCER? El problema es saber si la Metafísica (la filosofía) es una ciencia o no. La TEORÍA DEL CONOCIMIENTO de Kant intenta resolver el conflicto entre RACIONALISMO (el conocimiento viene de la razón, y si aplicamos un método, la razón puede conocerlo todo) y EMPIRISMO (el origen y el límite del conocimiento es la experiencia, la sola razón es imposible). La solución es hacer una síntesis. Afirma que sólo hay conocimiento cuando a los elementos racionales del conocimiento se les suma la experiencia sensible. Nuestro conocimiento no puede ir más allá de la experiencia. Pero los conceptos que no vienen de la experiencia son útiles. Sin un concepto como el de sustancia no podríamos hablar de ningún objeto del universo y la ciencia sería imposible. Kant sostiene que el entendimiento posee conceptos que no vienen de la experiencia, pero solo pueden usarse en el ámbito de la experiencia.

 

c)  LA CRÍTICA DE LA RAZÓN PRÁCTICA. LA PREGUNTA ¿QUÉ DEBO HACER? La actividad racional no es solo conocer los objetos y la naturaleza. También quiere responder a la pregunta ¿QUÉ DEBO HACER? ¿CÓMO HE DE ACTUAR? La RAZÓN TEÓRICA se ocupa de conocer la naturaleza, de cómo son las cosas; la RAZÓN PRÁCTICA de cómo deberían ser, de cómo orientar la conducta humana. A la RAZÓN PRACTICA no le interesa saber cómo es la conducta humana, ni qué motivos impulsan al hombre a actuar; sólo le interesa saber cuáles deben ser los principios que han de guiarle si quiere actuar racionalmente. Según Kant, la CIENCIA (razón teórica) se ocupa del ser y formula juicios (El calor dilata los cuerpos) y la MORAL (razón práctica) se ocupa del deber ser y formula imperativos o mandamientos morales (no matarás).

 

La existencia de la ley moral es algo que nadie puede negar. Pero, los deseos solo impulsan el querer, no el deber. Kant critica a las éticas materiales y propone una ÉTICA FORMAL. Una ética formal nos dice cómo debe querer la voluntad y, por eso, la forma que adquiere la ley moral es la de un impera­tivo categórico, válido a priori: Obra de tal modo que la máxima de tu acción pueda con­vertirse en ley universal Así, solo hay un bien moral: la buena voluntad, que actúa por respeto a la ley moral. Solo ella nos lleva a la felicidad.

1.- CONDICIONES DE POSIBILIDAD DE LA CIENCIA Y DE LA METAFÍSICA (Filosofía). El problema es saber si la Metafísica (la filosofía) es ciencia o no. La TEORÍA DEL CONOCIMIENTO de Kant intenta resolver el conflicto entre RACIONALISMO (el conocimiento viene de la razón, y si aplicamos un método, la razón puede conocerlo todo) y EMPIRISMO (el origen y el límite del conocimiento es la experiencia, la sola razón es imposible). Esto hace que la Metafísica no avance, que no tenga la validez de las demás ciencias: los físicos no cuestionan la física, recogen lo anterior. En filosofía, cada pensador destruye todo lo hecho antes de él y construye de nuevo.

 

Kant se pregunta si se pueden resolver las cuestiones metafísicas (la existencia de Dios, el alma, el mundo, la libertad…). La pregunta es: ¿Puede la Metafísica ser ciencia? Eso implica preguntarse qué es una ciencia, investigar las posibilidades de la razón de alcanzar un conocimiento científico (conocimiento universal y necesario). Rechaza el racionalismo por aceptar sin crítica la capacidad de la razón para conocer la realidad a partir de la razón misma. Y rechaza al Empirismo ya que al decir que la experiencia sensible es el origen y el límite del conocimiento, impide que la razón alcance un conocimiento universal llegando al “escepticismo”. Kant arranca del hecho incuestionable de la ciencia, de la validez del conocimiento matemático y físico. Su objetivo es averiguar cuáles son las condiciones de la validez de tales conocimientos. Se plantea dos preguntas: ¿Cómo son posibles las ciencias? (para saber si en las cuestiones metafísicas son ciencias) y ¿Es posible la metafísica como ciencia? La metafísica está en inferioridad con la ciencia (la ciencia progresa y la Metafísica no). ¿Puede la metafísica construirse con el mismo rigor que las ciencias? Hay una pregunta previa: ¿Cómo es posible la ciencia? Sí la ciencia es un conjunto de enunciados o juicios, ¿cuáles son las condiciones que hacen posibles los juicios de la ciencia?, ¿qué juicios utiliza la ciencia?, ¿son los mismos juicios que en la Metafísica?

 

Hay varios tipos de Juicios. 1) JUICIOS ANALÍTICOS Y SINTÉTICOS. Un juicio es analítico cuando el predicado está comprendido en el sujeto y basta con analizar el sujeto (El todo es mayor que sus partes, basta con analizar el todo para hallar la verdad). Estos juicios no amplían nuestro conocimiento. Un juicio es sintético cuando el predicado no está contenido en el sujeto (Todos los nativos del pueblo X miden más de 1.90 m, el sujeto no incluye la estatura). Estos amplían nuestro conocimiento. 2) JUICIOS A PRIORI Y A POSTERIORI. Juicios a priori son aquellos cuya verdad puede ser conocida independientemente de la experiencia (Un todo es mayor que sus partes: es verdad sin comprobar todos y partes). Juicios a posteriori son los conocidos a partir de la experiencia. (Todos los nativos del pueblo X miden más de 1.90 m). Los juicios a priori son universales y necesarios y los juicios a posteriori no son universales ni necesarios. 3) LOS JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI. Tomemos la proposición “La recta es la distancia más corta entre dos puntos”: ¿es un juicio analítico? No, el predicado no está contenido en el sujeto: en el concepto de línea recta no están las distancias. Es, por tanto, sintético. ¿Es un juicio a posteriori? No, nos consta su verdad sin medir distancias entre dos puntos. Es estrictamente universal y necesario. Es a priori.

 

KANT ADMITE QUE HAY JUICIOS SINTÉTICOS A PRIORI. Por ser sintéticos amplían nuestro conocimiento; por ser a priori, son universales y necesarios, y su verdad no procede de la experiencia. Los principios de las ciencias (matemáticas y física) son de este tipo. Un ejemplo es el principio de causalidad: Todo lo que comienza a existir tiene una causa. No es analítico: en la idea de “algo que comienza a existir” no está incluida la idea de “tener una causa”. Es, por tanto, sintético. Pero, a la vez, es necesario y universal, y, por tanto, a priori. Esos juicios sintéticos a priori solo se aplican en el ámbito de la experiencia. Los seres humanos al conocer, lo hacemos con unas estructuras (A priori). Hablamos de las intuiciones puras (el espacio y el Tiempo) y unos conceptos puros (las categorías). Todo nuestro conocimiento está mediado por el espacio y el tiempo. Pero todo el conocimiento se produce a partir de la experiencia.

 

DIALÉCTICA TRASCENDENTAL: IMPOSIBILIDAD DE LA METAFÍSICA COMO CIENCIA. ¿Es posible la Metafísica como Ciencia? Sí, siempre que sus juicios sean Sintéticos a priori. ¿Lo son? Los juicios de la Metafísica, de la Razón, se llaman Ideas Trascendentales (el MUNDO [La Naturaleza], el YO [los fenómenos psíquicos], DIOS [causa de los fenómenos]). El problema es cuando la Metafísica toma a estos Juicios como objetos reales, cuando sólo son ideas, y los usa en el ámbito de la experiencia. Es lo que Kant denomina ilusión trascendental. El uso real de la razón aplica las categorías (lo que nos permite conocer los objetos) no a intuiciones empíricas sino a conceptos de la razón de los que no tenemos experiencia (no son objetos de experiencia posible). Por lo tanto, es imposible la metafísica como ciencia. Ya que la metafísica no puede ser una ciencia, la única función posible para la metafísica, según Kant, es el constituirse en una crítica de la razón pura mostrando sus límites e impidiendo esa tendencia que nos arrastra hacia la ilusión trascendental.

 

2.- ÉTICA UNIVERSAL. LA RAZÓN PRÁCTICA Y EL CONOCIMIENTO MORAL. La actividad racional del ser humano no es solo el conocer la Naturaleza, se preocupa también de responder a la pregunta ¿QUÉ DEBO HACER?, ¿cómo he de actuar? La razón teórica se ocupa de lo primero y la razón práctica de lo segundo. Razón teórica y práctica no son dos razones diferentes, sino dos funciones diferenciadas de una misma razón. La RAZON TEÓRICA se ocupa de conocer la naturaleza (cómo son las cosas), la RAZÓN PRÁCTICA se ocupa de cómo deberían ser (cómo orientar la conducta). No le interesa conocer cómo es la conducta humana, ni cuáles son los motivos; sólo le interesa conocer cuáles deben ser los principios que han de guiarle si quiere actuar racionalmente. Según Kant, la ciencia (teórica) se ocupa del ser y la moral (práctica) se ocupa del deber ser. La razón teórica formula juicios (el calor dilata los cuerpos) y la razón práctica formula imperativos o mandamientos (no matarás).

 

2.1.- ÉTICAS MATERIALES son aquellas en las cuales la bondad o la maldad de la conducta depende de algo que se considera bien supremo (si nuestras acciones nos acercan a ese bien son buenas, si no son malas). Se busca el bien supremo y, una vez identificado, se establecen normas para alcanzarlo. Kant rechaza las éticas materiales porque son empíricas, a posteriori (pueden ser explicadas como generalización a partir de la experiencia: el placer). No sirven para construir una ética universal. Además, las normas de las éticas materiales son hipotéticas (no bebas en exceso quiere decir: no bebas en exceso, si quieres tener una vida larga. Pero no sirve si no quieres una vida larga). Además, son heterónomas, en ellas la voluntad del hombre es impulsada a actuar por deseos.

 

2.2.- LA ÉTICA FORMAL DE KANT. ¿Por qué Formal? Una ética universal y racional no puede ser empírica -sino a priori-, ni hipotética en sus normas -han de ser categóricas-, ni heterónoma -sino autónoma (el sujeto debe darse a sí mismo sus normas). No material, sólo formal. La ética formal no dice lo que hemos de hacer, sólo señala cómo debemos actuar siempre, independientemente de la acción. Según Kant, sólo actuamos moralmente cuando lo hacemos por deber (necesidad de una acción por respeto a la ley). Actuar moralmente es someternos a una ley, no por la utilidad sino por el respeto que toda ley merece. Kant diferencia entre acciones contrarias al deber, conformes al deber y por deber. Solamente estas últimas poseen valor moral (el político que dice la verdad, actúa conforme al deber. Pero puede hacerlo para ganar votos. El político actúa moralmente cuando dice la verdad porque ése es su deber, gane o pierda votos al hacerlo). La acción por deber no es un medio para un fin, sino algo que debe ser hecho por sí mismo.

 

2.3.- EL IMPERATIVO CATEGÓRICO. Las exigencias de obrar derivadas de una ética formal son categóricas. Una formulación de este imperativo categórico: «obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo que se convierta en ley universal». No establece ninguna norma, sino el esquema que ha de tener cualquier norma. Otra formulación: «Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca meramente como un medio». En las dos formulaciones destaca la exigencia de universalidad.

 

3.- EL HOMBRE COMO FIN. ¿QUÉ ME CABE ESPERAR? LA RELIGIÓN. El esperar se refiere al futuro, y por eso está fuera de la ciencia y de la moral. El concepto de finalidad es estudiado en la Crítica del juicio ¿Qué finalidades puedo esperar que se realicen?

 

1. La felicidad. La única garantía de que alcanzaremos la felicidad es Dios. La esperanza en la felicidad es objeto, no de la moral, sino de la religión, una "religión natural" o fe racional.

 

2. El triunfo del bien. En el ser humano habitan dos principios: el principio bueno y el principio malo, en lucha por dominarlo. El principio malo radica en la fragilidad de la libertad humana para practicar la ley moral. Pero está bien esperar el triunfo del principio bueno, de la recta motivación moral.

 

3. La paz perpetúa. La paz es, en primer lugar, el sentido último del progreso y de la historia. También debe ser el objetivo de la política. Esa tendencia se da en la humanidad hacia la paz y la libertad, y conduce a una sociedad en la que exista, por un lado, la máxima libertad individual y, por otro, una rigurosa determinación de los límites de tal libertad a fin de que pueda coexistir con la libertad de los otros.

 

La idea de libertad está en la base de la concepción política de Kant. La sociedad política surge para garan­tizar la libertad de los ciudadanos según los principios puros del derecho.

·        La libertad de todos los miembros de la socie­dad, en cuanto hombres.

·        La igualdad como sujetos ante una misma ley moral.

·        La independencia de todos los miembros de la sociedad como ciudadanos: posibilidad de elección de representante, independencia de los poderes legislativo, ejecutivo y judicial.

 

 

 

Texto. Kant. Fundamentación Metafísica…

“Ahora yo digo: el hombre, y en general todo ser racional, existe como fin en sí mismo, no sólo como medio para usos cualesquiera de esta o aquella voluntad; debe en todas sus acciones, no sólo las dirigidas a sí mismo, sino las dirigidas a los demás seres racionales, ser considerado siempre al mismo tiempo como fin. Todos los objetos de las inclinaciones tienen sólo un valor condicionado; pues si no hubiera inclinaciones y necesidades fundadas sobre las inclinaciones, su objeto carecería de valor. Pero las inclinaciones mismas, como fuentes de las necesidades, están tan lejos de tener un valor absoluto para desearlas, que más bien debe ser el deseo general de todo ser racional el Iibrarse enteramente de ellas. Así pues, el valor de todos los objetos que podemos obtener por medio de nuestras acciones; es siempre condicionado. Los seres cuya existencia no descansa en nuestra voluntad, sino en la naturaleza, tienen, empero, si son seres irracionales, un valor meramente relativo, como medios, y por eso se llaman cosas; en cambio, los seres racionales llámanse personas porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es, como algo que no puede ser usado meramente como medio, y, por tanto, limita en ese sentido todo capricho (y es un objeto del respeto)”.

 

TEMA. Los seres racionales son siempre fines en sí mismos y nunca deben ser utilizados como medios.

 

IDEAS PRINCIPALES.

• Los seres racionales han de ser considerados siempre como fines en sí mismos y no como medios.

• Por contra, los objetos tienen un valor relativo a las inclinaciones que despiertan en los seres racs.

• Los seres irracionales, cuyo valor es relativo, pueden ser medios y se llaman «cosas». Los seres racionales, que tienen valor por sí mismos, son fines y se llaman «personas».

 

Relación entre las ideas. El texto expone uno de los rasgos fundamentales de los seres humanos: son fines y nunca deben ser tomados como medios. En la primera parte del texto, se diferencia entre objetos, que tienen un valor condicionado o relativo, y seres racionales, cuyo valor es absoluto. En la segunda parte, se asocia este valor relativo a la irracionalidad de los objetos y a su definición como «cosas», mientras que la racionalidad de los seres humanos los hace ser fines en sí mismos, llamados “personas” que no pueden ser utilizados como medios.

 

Explicación de las ideas. Nos presenta la base de la segunda de las tres formulaciones del imperativo categórico: 1) Cualquier norma moral ha de ser universal. 2) Dicha norma ha de considerar a las personas como fines en sí mismas; es decir, como dotadas de dignidad. 3) La voluntad, en tanto que racional, es legisladora universal, genera la ley moral universal. Según el imperativo categórico, ningún ser humano, racional, puede ser utilizado como un medio; es decir, ningún hombre puede usar a otro o su propia persona como instrumento, ya que todo ser humano es un fin en sí mismo. Los objetos tienen un valor relativo condicionado por las inclinaciones de las personas, por lo que su valor deriva de la voluntad que siente inclinación, deseo o necesidad de ellos. Por contra, los seres humanos tienen valor por sí mismos, son valores absolutos. La última parte del texto aclara la diferencia entre los objetos-instrumentos y los seres humanos-fines. Kant distingue entre seres irracionales, cuyo valor es relativo y que pueden ser usados como medios (“cosas”), y los seres racionales, cuyo valor es incondicionado y que son fines en sí mismos (“personas”). En consecuencia, para Kant, la situación ideal será aquella en la que todos se traten mutuamente como fines y no como medios. En este caso, las personas actúan movidas por el respeto mutuo, lo cual significa que se respeta la libertad de los demás. 

TEXTO. GALILEO. Carta a Cristina de Lorena.

“Persistiendo, pues, en su primera decisión de desprestigiarme a mí y a mis cosas por todos los medios posibles, sabiendo cómo yo en mis trabajos de astronomía y de filosofía sostengo, sobre la constitución de las partes del mundo, que el Sol, sin cambiar de lugar, permanece ubicado en el centro de las revoluciones de las esferas celestes, y que la Tierra que se mueve sobre sí misma, gira en torno a él; y además oyendo que voy confirmando tal posición, no sólo refutando los argumentos de Ptolomeo y de Aristóteles, sino aportando otros muchos en su contra,  y especialmente algunos referidos a los efectos naturales, cuyas causas tal vez no puedan explicarse de otra forma, y otros astronómicos, dependientes del conjunto de los recientes descubrimientos celestes, los cuales claramente refutan el sistema ptolemaico y concuerdan y confirman admirablemente esta otra posición; y tal vez  desconcertados por la reconocida verdad de otras proposiciones afirmadas por mí, distintas de las comúnmente sostenidas, y desconfiando ya de defensa, mientras permaneciesen  en el campo filosófico, se han decidido a intentar proteger las falacias de sus  discursos con la capa de una fingida religión y con la autoridad de las Sagradas Escrituras, utilizadas por ellos, con poca inteligencia, para la refutación de razonamientos ni entendidos ni conocidos”.

 

TEMA. Galileo se queja de que los partidarios de la cosmovisión antigua intentan, aportando argumentos religiosos, desacreditarlo a él y la teoría heliocéntrica.

 

IDEAS PRINCIPALES.

Los defensores de la cosmovisión antigua, incapaces de defender sus concepciones racionalmente, procuran desprestigiar a Galileo y sus teorías apoyándose en la religión y en las Sagradas Escrituras.

• Galileo refuta la teoría de Ptolomeo y de Aristóteles con observaciones astronómicas y con argumentos físicos que confirman la teoría heliocéntrica y el movimiento terrestre.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. Galileo, en su defensa, señala los conceptos fundamentales de la nueva astronomía copernicana: el heliocentrismo y el movimiento terrestre. Asegura también que ha superado las teorías de Ptolomeo y de Aristóteles con pruebas científicas. Concluye expresando su descontento porque los defensores del geocentrismo se escudan en la religión y en la Biblia para rechazar la cosmovisión moderna.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. La primera idea del texto habla del enfrentamiento entre los partidarios del geocentrismo y los de la ciencia moderna. Tuvo consecuencias trágicas, como la muerte en la hoguera de Giordano Bruno o el proceso inquisitorial de Galileo. Él afirma que el heliocentrismo y el movimiento de la Tierra son teorías comprobadas. Defiende que la filosofía (que en su época incluía lo que hoy llamamos "física”) es un campo propio de la razón humana y no de la fe. De ahí que, al final del texto, se lamente de que sus enemigos hagan un mal uso de la religión y de las Sagradas Escrituras, pues las utilizan en una polémica donde solo la razón y sus argumentos deben actuar. La modernidad del pensamiento de Galileo radica, precisamente, en su defensa de la razón y en la importancia que concedía a la experimentación y a la utilización del lenguaje matemático en la investigación científica.

 

 

 

TEXTO. MAQUIAVELO. El Príncipe.

“Pero, siendo mi propósito escribir algo útil para quien lo lea, me ha parecido más conveniente ir directamente a la verdad real de la cosa que a la representación imaginaria de la misma. Muchos se han imaginado repúblicas y principados que nadie ha visto jamás ni se ha sabido que existieran realmente; porque hay tanta distancia  de cómo se vive a cómo se debería vivir, que quien deja a un lado lo que se hace por  lo que se debería hacer aprende antes su ruina que su preservación: porque un hombre que quiera hacer en todos los puntos profesión de bueno labrará necesariamente  su ruina entre tantos que no lo son. Por todo ello es necesario a un príncipe, si se quiere mantener, que aprenda a poder ser no bueno y a usar o no usar de esta capacidad en función de la necesidad”.

 

TEMA. Si somos realistas, hemos de reconocer que el gobernante que quiere mantenerse en el poder debe adaptar sus actuaciones a las circunstancias en que vive, no a la bondad moral.

 

IDEAS PRINCIPALES.

El objetivo de su libro es aportar ideas útiles y, por tanto, va a ocuparse de la realidad, no de situaciones imaginarias, como han hecho otros que han escrito sobre repúblicas inexistentes.

• Los seres humanos no son como deberían ser, no actúan siempre como deberían, de ahí que si una persona intenta ser buena siempre, solo logrará su ruina.

• Un príncipe que quiera mantenerse en el poder tendrá que aprender a ser bueno o malo en función de las necesidades.

 

RELACIÓN DE LAS IDEAS. El texto comienza con una declaración de principios del realismo político: para que la filosofía política sea útil, ha de ser realista. A continuación, una crítica a quienes han descrito utopías políticas: como los hombres no son como deberían, esas utopías son inalcanzables y no sirven para la práctica política. Concluye con un consejo para los príncipes que se preocupan por mantenerse en el poder: deben adaptar su comportamiento a las circunstancias, no a la moral.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El fragmento comienza con la crítica a quienes describen sociedades ideales e inexistentes. Maquiavelo se refiere a Platón y su República. Subraya que la sociedad real está muy alejada de esas comunidades perfectas, pues el ser humano tiende al egoísmo y a la ingratitud. El mal es una realidad en la naturaleza humana y que el gobernante que lo ignore está condenado a equivocarse. Por ello, quien intente comportarse bien en todo momento buscará su propia ruina. Según él, la política es la ciencia y la técnica de organizar del modo más racional posible la convivencia. El gobernante, para alcanzar el fin público, que es el bien común, a veces tiene que cometer actos inmorales o contrarios a la moralidad vigente. De igual forma, si quiere mantenerse en el poder, en ocasiones habrá de actuar en contra de la moral. Así pues, la contradicción entre ética y política se hace inevitable, pero el gobernante ha de saber anteponer los intereses de la comunidad a sus propios principios éticos, pues la máxima que dirija su acción ha de ser, en primer lugar, la eficacia de su actuación, no los valores morales.

 

 

TEXTO. SPINOZA. Tratado teólogicopolítico, c. XX

“Para que las supremas autoridades del Estado conserven mejor el poder y no haya sediciones, es necesario conceder a los hombres la libertad de pensamiento y gobernarlos de tal forma que, aunque piensen de distinta manera y tengan ideas manifiestamente contrarias, vivan en concordia. Es indudable que esta forma de gobernar es la mejor y la que tiene menos inconvenientes, pues concuerda mejor con la naturaleza de los hombres. En efecto, en el estado democrático (que es el que más se acerca a lo natural) todos acuerdan actuar según leyes comunes, pero no pensar igual; es decir, como todos los hombres no pueden pensar y razonar igual, han pactado que lo que recibiera más votos tuviera fuerza de ley y que podrían cambiar esa ley si encontraban algo mejor. Así pues, cuanta menos libertad para expresar su opinión se concede a los hombres, más lejos se está de lo más natural y, por tanto, con más violencia se gobierna”.

 

Tema. Con el fin de que no haya sublevaciones y reine la concordia, las autoridades del Estado deben respetar la libertad de pensamiento y la libertad de expresión.

 

Ideas principales.

Para evitar las sediciones, es necesario que el Estado respete la libertad de pensamiento.

• Ejercer este respeto es la forma de gobernar que mejor concuerda con la naturaleza humana.

• Así lo podemos comprobar en el estado democrático, el más natural, en el que los hombres acuerdan obedecer las leyes, pero no pensar de la misma forma.

• Cuanta menos libertad de expresión exista, más nos alejamos de nuestra naturaleza y con más violencia se gobierna.

 

Relación entre las ideas. Spinoza comienza exponiendo la idea que quiere demostrar: la necesidad de que el Estado respete la libertad de pensamiento. El principal argumento es que la libertad de pensamiento armoniza con la naturaleza libre de los hombres y también con la manera más natural de gobierno; es decir, con la democracia. La conclusión es que entre la libertad de pensamiento y la violencia que se emplea en el gobierno hay una proporcionalidad inversa: a menor libertad, más violencia.

 

Explicación de las ideas. Para Spinoza, el fin del Estado es la libertad, y una de las formas más importantes de esta es la libertad de pensamiento, que todo Estado debe respetar. La represión continua de la razón humana por las autoridades del Estado es ineficaz y produce malestar entre los súbditos. El gobierno respetuoso con la libertad está más en armonía con la naturaleza humana, ya que en el estado natural los seres humanos son libres. De ahí también que defienda la democracia sobre cualquier otra forma de gobierno, pues es la que más se aproxima a la libertad individual. Para constituir el Estado, cada individuo solo renunció al derecho de actuar por propia decisión, pero no al de razonar. Por tanto; nadie puede actuar contra los decretos del Estado, aunque sí podrá pensar, juzgar y también hablar y expresar sus opiniones, que pueden ser contrarias a tales decretos. Puesto que es inevitable la libertad de pensamiento, el poder del Estado debe conceder la libertad de expresión que la completa. Dicha libertad no supone ningún riesgo para el Estado; por el contrario, debe ser la base de la concordia entre los ciudadanos. De ahí que, según Spinoza, el Estado más violento sea aquel en el que se niega la libertad de expresión.

TEXTO. LOCKE. Carta sobre la tolerancia.

No es la diversidad de opiniones (lo que no puede evitarse), sino la negativa a tolerar a aquellos que son de opinión diferente (que podría ser permitida) lo que ha producido todos los conflictos y guerras que ha habido en el Cristianismo a causa de la religión. La cabeza y los jefes de la Iglesia, movidos por la avaricia y el deseo insaciable de dominar a todos, utilizando la ambición sin límites de las autoridades políticas y la crédula superstición de multitudes atolondradas, han levantado, en contra de lo que dice el Evangelio y la caridad, a las autoridades y a las masas en contra de los que tienen ideas diferentes en religión, predicando que los cismáticos y los herejes deben ser expoliados de sus posesiones y destruidos. Y así han mezclado y confundido dos cosas que son en sí mismas completamente diferentes, la Iglesia y el Estado.

 

TEMA. Las guerras de religión no han tenido su origen en la diversidad de creencias u opiniones, sino en la intolerancia alentada por los jefes de la Iglesia.

 

IDEAS PRINCIPALES.  1) Los conflictos en el seno del cristianismo no han surgido por la diversidad de opiniones, sino por la intolerancia. 2) Los jefes de la Iglesia, por avaricia y ansia de poder, han utilizado a las ambiciosas autoridades políticas y a las masas supersticiosas y los han convencido de que a los herejes y a los cismáticos hay que destruirlos. 3) De esta manera, se han confundido Iglesia y Estado, dos realidades que deben estar separadas.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. Este texto parte de un hecho, que las guerras de religión vividas en Europa son fruto de la intolerancia, no de la existencia de varias religiones. El origen de la intolerancia está en la actitud de las autoridades eclesiásticas, que se aprovechan tanto de la ambición de los políticos como de la superstición de las masas. Todo ello revela la confusión entre Iglesia y Estado, instituciones diferentes que no deben mezclarse.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. Locke presenta varios argumentos a favor de la libertad de conciencia. Este texto recoge uno de ellos. Consciente de las guerras que han asediado Europa, dice que no son las diferentes creencias la causa de estas guerras, sino la intolerancia. Para él, esa intolerancia está en el comportamiento de la Iglesia. Han utilizado a los políticos ambiciosos y a las masas supersticiosas, convenciéndolos de que hay que destruir a quienes mantienen otras creencias. Locke se refiere a la Iglesia católica, que es la más intolerante y peligrosa, la única, junto a los ateos, que debe ser excluida de los beneficios de la tolerancia. Los jefes de la Iglesia se han adueñado de un poder que solo es de las autoridades civiles. Asimismo, indica que toda persecución es anticristiana, pues el principio fundamental del cristianismo es el amor. En consecuencia, la libertad de religión exige una tajante distinción entre la esfera civil, que representa el Estado, y la que gira en torno a las creencias religiosas; es decir, la Iglesia. Ambas son comunidades diferentes con fines distintos. El Estado tiene como meta asegurar la libertad y defender la propiedad privada. La Iglesia busca la salvación eterna y lleva a cabo el culto público de Dios. Para garantizar el respeto a la libertad de los individuos, Iglesia y Estado deben permanecer separados: ni los gobernantes deben intervenir en los asuntos de fe ni los eclesiásticos en los temas civiles.

 

 

TEXTO. ROUSSEAU. El Contrato social.

“Si se investiga en qué consiste el bien más grande de todos, el que debe ser la meta de todo sistema legislativo, veremos que consiste en dos cosas principales: la libertad y la igualdad. La libertad, porque si permitimos que alguien no sea libre estamos quitando fuerza al Estado; la igualdad, porque la libertad no puede subsistir sin ella. Ya he dicho lo que es la libertad civil. En cuanto a la igualdad, no hay que entender por ella que todos tengan el mismo grado de poder y de riqueza; antes bien, en cuanto al poder, que nunca se ejerza con violencia, sino en virtud del rango y las leyes, y, en cuanto a la riqueza, que ningún ciudadano sea tan rico como para poder comprar a otro, ni ninguno sea tan pobre como para ser obligado a venderse”.

 

AUTOR. Filósofo ilustrado francés del siglo XVIII. Según él, el desarrollo de la cultura no se ha visto acompañado por un verdadero progreso de la humanidad; en especial, de la moralidad y la felicidad de los hombres.

 

TEMA. El bien más grande, el que debe constituir la meta del sistema legislativo de cualquier Estado, es asegurar la libertad y la igualdad de los ciudadanos.

 

IDEAS PRINCIPALES.

• El objetivo del Estado es asegurar la libertad y la igualdad de los ciudadanos.

• Impedir la libertad supone quitar fuerza al Estado. Para que sea posible la libertad, debe respetarse la igualdad.

• La igualdad no consiste en que todos los ciudadanos tengan el mismo poder y la misma riqueza, sino en que nunca tal poder se ejerza con violencia ni la acumulación de riqueza dé la posibilidad de que unos hombres compren a otros.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto se inicia con la tesis de Rousseau acerca del fin de todo sistema legislativo: la libertad y la igualdad, que son imprescindibles; la primera, para no quitar fuerza al Estado; la segunda, porque sin igualdad no hay libertad. El resto del texto expone los rasgos de la igualdad: no significa uniformidad en el reparto del poder o de la riqueza, sino que excluye la violencia y el exceso de riquezas.

 

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. Según Rousseau, el pacto del que ha surgido la sociedad no ha servido para proteger a todos; más bien, ha sido útil para mantener el poder en manos de unos pocos. De ahí que Rousseau proponga un nuevo contrato social para constituir un Estado diferente. Como expresa la primera idea del texto, en dicho Estado, es fundamental reconocer como meta del sistema legislativo el respeto a la libertad y a la igualdad. El objetivo de las leyes habrá de ser garantizar que los ciudadanos sean libres e iguales. Simultáneamente, los individuos se transforman en ciudadanos, quienes, lejos de renunciar a su libertad natural, la convierten en libertad civil; es decir, el ciudadano no entrega su libertad a otro individuo, sino que la entrega a una colectividad de la que él mismo forma parte. Esta libertad queda reflejada en la voluntad general, cuya virtud reside en la defensa del bien común por encima de los intereses particulares. El Estado también debe garantizar la igualdad, porque es imprescindible para que exista la libertad. Por lo que respecta al poder, nunca se podrá ejercer con violencia y deberá someterse a las leyes. En cuanto a la riqueza, la diferencia entre ricos y pobres no podrá llegar al punto en que unos hombres puedan comprar a otros. 

Contexto de la FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA. SIGLO XIX (Marx y Nietzsche).

 

Después de que Kant demostrara que la Filosofía NO ES UNA CIENCIA, todas las Teorías filosóficas entraron en crisis. Hegel fue un filósofo alemán de finales del siglo XVIII que no estaba de acuerdo con Kant. Para Hegel la realidad está solo dentro de la mente del sujeto que la estudia. No es posible conocerla usando la Ciencia, solo se puede comprender desde la Razón, usando la Filosofía.

 

Toda la Filosofía que se hace en el siglo XIX es una crítica contra la Filosofía de Hegel. Según la filosofía de Hegel, pensar y existir son la misma cosa, el mundo es solo pensamiento dentro de la mente del hombre. Frente a esta idea, los filósofos del XIX proponen que lo más importante es estudiar el mundo de los seres humanos. Estudiar las acciones humanas (la Praxis). El objetivo de la Filosofía, para ellos, no es explicar el mundo sino transformarlo en el mejor posible.

 

Así pues, la Filosofía del siglo XIX representa el final de las grandes Teorías filosóficas. Ahora, la Filosofía, es crítica, crítica del mundo de los hombres. Rechazan la Filosofía de descartes, de Hume, de Kant y de Hegel porque la Razón no es la única forma de conocer el mundo, hay otras formas. Hay muchas teorías filosóficas en el siglo XIX: El LIBERALISMO de Stuart Mill que defiende al Capitalismo. El MATERIALISMO de Marx que denuncia las contradicciones económicas y políticas del Capitalismo. El VITALISMO de Nietzsche que critica el Idealismo (Racionalismo) dominante en la Cultura Occidental y en la Religión Cristiana.

 

Todas ellas rechazan la Filosofía de Descartes, Hume, Kant y Hegel. Rechazan la Ilustración y al Idealismo (Racionalismo llevado al extremo). También hay que reseñar la importancia de la obra EVOLUCIONISTA de Darwin que rompe la idea de que el hombre es el centro del mundo (idea defendida por la religión cristiana).

 

Para Marx, hay que transformar el mundo para que sea más justo. Y esto se consigue comprendiendo como son las estructuras económicas en las que se basa la sociedad. Conociéndolas podremos cambiarlas para lograr un mundo donde reine la Justicia y la Igualdad entre los hombres. La propuesta de Marx, consiste en estudiar al Capitalismo para, después, transformarlo (a través de la revolución socialista-comunista) en una sociedad más justa.

 

Nietzsche criticará la cultura occidental que, desde Sócrates, olvidó el noble espíritu del mundo griego. La filosofía de Sócrates y Platón es el efecto de un mundo hundido al que le resulta insoportable el cambio de la realidad. La creatividad, dirá Nietzsche, será capaz de superar ese mundo hundido y sin valores (Nihilismo) y buscar una nueva ética (con el Superhombre que cambiará los valores existentes por otros mejores).

 

 

Contexto de la FILOSOFÍA CONTEMPORÁNEA. SIGLO XX y Fª Española.

 

El siglo XX se inicia con una gran confianza hacia las ciencias naturales y en el progreso derivado de aplicaciones tecnológicas. La FILOSOFÍA ANALÍTICA defenderá que el único ámbito del conocimiento es el de la Ciencia. Wittgenstein desconfiará de la Filosofía como fuente de conocimiento, sólo la Ciencia Natural puede estudiar el mundo. La Filosofía solo debe centrarse en el análisis del lenguaje con el que se reflexiona sobre la realidad. Su función no es elaborar teorías, sino clarificar conceptos, métodos, ideas.

 

La FENOMENOLOGÍA de Husserl se opone al positivismo y a su visión reduccionista del saber y de la realidad. Para Husserl, la interpretación positivista del conocimiento ha llevado a despreocuparse del sentido de la existencia. Es, pues, necesario encontrar una ciencia filosófica fundamental (la fenomenología) que sirva de fundamento a todas las ciencias y que dé sentido a la historia y a la humanidad.

 

El EXISTENCIALISMO desconfía de la razón, que nos ha llevado a un mundo deshumanizado en el que han fracasado los ideales ilustrados de libertad y progreso. Estudian la existencia humana no desde conceptos abstractos, sino desde la singularidad de lo vivido. Está en contra de la Metafísica y se centra en la existencia concreta del Ser Humano. Sartre defenderá un Existencialismo en el que el Ser Humano (el Ser-en-si) es un proyecto, es libertad. El ser humano ante ese proyecto es nada, debe decidir qué hacer sin tener modelos en los que basarse y sin poder escapar de la responsabilidad frente a su vida. El hombre está condenado a ser libre.

 

Desde el Marxismo, la ESCUELA DE FRANKFURT hace un análisis crítico de la Sociedad Industrializada Capitalista para conseguir la liberación del ser humano. En las últimas décadas del siglo XX, los pensadores posmodernos afirman que es imposible llegar a una explicación general, como antes hacía la Filosofía. Estamos en una sociedad con múltiples formas de pensar, de ideales, de valores. Movimientos sociales como el feminismo, el ecologismo o los grupos antiglobalización intentan, desde posiciones críticas, dar una respuesta alternativa a la cultura dominante.

 

La FILOSOFÍA ESPAÑOLA, antes bajo la religión, se planteó un proyecto educativo y reformista en el que destacan el krausismo, la Institución Libre de Enseñanza y también Unamuno y Ortega. Ortega defiende el Vitalismo. El coexistir del Yo con el Mundo y en el Mundo no es otra cosa que la vida, la vida de cada cual. La Filosofía ha de convertirse en una reflexión sobre la Vida, pero no en abstracto, sino entendida de forma personal, como reflexión sobre mi propia vida. De ahí el Yo y las Circunstancias como objetos de conocimiento de la Filosofía. Tras la guerra civil y la dictadura de Franco, la instauración de la democracia puso de nuevo en contacto la filosofía española con las corrientes de pensamiento más actuales.

KARL MARX. Materialismo Histórico.

 

Filosofía como un medio para transformar el mundo, y siempre en relación con el Derecho, la Economía y la Política.

 

1. INTRODUCCIÓN. La filosofía de Marx se distingue por su carácter antiteórico y comprometido con la liberación de la clase obrera frente a la sociedad burguesa que se había ido formando a consecuencia de la Revolución Industrial a partir de finales  s. XVIII.

 

a) TEORÍA ECONÓMICO-SOCIOLÓGICA: Crítica sobre la realidad social burguesa y capitalista, en la que ofrece una interpretación y adelanta una interpretación de la historia como lucha de clases (capitalistas y proletarios).

 

b) TEORÍA POLÍTICA: que propone una praxis revolucionaria: transformación de la realidad y de la estructura económico-política.

 

c) CRÍTICA FILOSÓFICA: Critica toda la filosofía anterior, especialmente el idealismo alemán de Hegel y el materialismo mecanicista de Feuerbach. Marx pretende dar a la filosofía un giro pragmático al considerar que el pensar y teorizar sobre la realidad no es suficiente.

 

 

2. CRÍTICA DE MARX A LA FILOSOFÍA ANTERIOR

 

2.1. CONTRA HEGEL. Según Hegel: "Todo lo racional es real, y todo lo real es racional". Eso significa que también la realidad social y política de su tiempo eran racionales. No es más que una justificación del orden establecido. La existencia del proletariado, clase condenada a un tipo de vida casi animal, contradice la supuesta racionalidad de la realidad.   

 

2.2. CONTRA FEUERBACH. Critica el materialismo de Feuerbach que reduce la realidad a materia. Marx lo considera mecanicista, explica la naturaleza reduciéndola a lo objetivo, y al hombre que pasa a ser objeto sensible en el curso natural, no sujeto. Marx considera, en cambio, que el ser humano se define mejor como sujeto que a través de la praxis transforma la realidad.

 

2.3. CRÍTICA AL SOCIALISMO UTÓPICO. Fue una crítica al desarrollo de la sociedad industrial y a la aparición de una clase social: el proletariado, sometida a una jornada laboral de más de doce horas diarias. Saint-Simon, Owen o Fourier propusieron soluciones para resolver los problemas sociales. Pero, según Marx, son sólo un parche, lo primero que hay que hacer es conocer y considerar las condiciones de la estructura económica que determinan la vida individual y social, para luego transformarla.         

 

2.4 CRÍTICA A LA ECONOMÍA POLÍTICA CLÁSICA. Adam Smith, Robert Malthus y David Ricardo son los pensadores de la Economía Política Clásica. Marx acusa a la economía política clásica, liberal y burguesa de ser un mero instrumento ideológico para justificar la estructura capitalista, la alienación que de ella resulta, de presentar al capitalismo como si fuese algo natural y sin historia y, por lo tanto, como la única alternativa para el desarrollo de la humanidad.

3. MATERIALISMO. Es materialista toda doctrina que sostiene que la materia es la causa última de la realidad. En la Historia, según Marx, el MATERIALISMO HISTÓRICO: El hombre no es un objeto al que le suceden cosas, sino un sujeto protagonista de su vida y de la historia. Y la historia viene determinada por las relaciones económicas de producción, determinadas a su vez por los modos de producción.

 

Las RELACIONES DE PRODUCCIÓN son las que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos en un proceso de producción determinado (trabajador o proletario). La historia y su evolución son el resultado de la lucha de clases, lo cual va dando lugar al cambio de los MODOS DE PRODUCCIÓN, estos son la manera de producir los bienes materiales según las diversas sociedades: 1ª) PRIMITIVA: propiedad colectiva de los bienes. 2ª) ESCLAVISTA: dominio y sometimiento; el esclavo es el instrumento del amo. 3ª FEUDAL: señor dueño de la tierra, el siervo la trabaja. 4ª) CAPITALISTA: El capitalista es el dueño de los medios de producción y de la fuerza de trabajo que desarrolla el trabajador. 5ª) SOCIALISTA: Propiedad colectiva de los medios de producción.

 

LEYES DEL MATERIALISMO HISTÓRICO:

 

a) La historia es explicable mediante leyes.

b) La historia es la historia de la lucha de clases: Roma (patricios y plebeyos); Edad Media (señores feudales y siervos); Ilustración (nobles y burgueses). Una vez en el estadio Comunista, el proceso llegará a su final.

c) Las fuerzas determinantes de la evolución (o la revolución) histórica son las fuerzas económicas y materiales de la vida humana, las cuales constituyen su infraestructura.

 

En definitiva, el materialismo histórico sostiene que las relaciones que el hombre establece con la naturaleza y con los demás hombres son relaciones materiales; los hombres obtienen de la naturaleza los bienes que necesitan para subsistir. Luego producen e intercambian dichos bienes materiales para satisfacer sus necesidades materiales. Esto es la producción social de la vida. Estas relaciones son las que dan origen, en última instancia a la ideología o superestructura y a la estructura jurídico-política del Estado: "No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino que es el ser social-la sociedad- el que determina la conciencia del hombre". Según Marx, la Historia, por la lucha de clases, se encamina hacia una sociedad sin clases.

           

4. ECONOMÍA E IDEOLOGÍA EN MARX.

 

El marxismo sostiene que la ideología es un conjunto de ideas, un producto social que se expresa en el lenguaje y tiene un sentido básicamente negativo: autoconcienca falsa, o lo que es lo mismo: creer que los pensamientos, ideas y creencias de los seres humanos surgen de la mente debido a la actividad intelectual libre y autónoma. Según Marx sucede todo lo contrario, las ideas y creencias de todo tipo (ideología) son el resultado de las relaciones de producción, o lo que es lo mismo, de la economía:

 

Es la realidad material la que determina al pensamiento y no viceversa. Toda ideología más que reflejar la realidad, tiende a desfigurarla, y por lo tanto se trata de una falsa conciencia. De este modo, puesto que la ideología o superestructura es dependiente de la economía o infraestructura, quien controle la economía, controlará la ideología. Pero como en la sociedad capitalista es la burguesía la que ejerce el control económico, también ejerce el control ideológico, que es el perfecto instrumento para ocultar la realidad de cara a su manipulación y la perpetuación del poder de las clases dominantes.

 

La INFRAESTRUCTURA es el conjunto de elementos materiales que resultan fundamentales en el funcionamiento y en la evolución de una sociedad, y no es otra cosa que la economía. La SUPERESTRUCTURA, en cambio, consiste en el conjunto de ideas y creencias de tipo social, político, religioso, jurídico, filosófico, etc., mediante las cuales se intenta organizar el conjunto de las relaciones humanas, defender el orden de las organizaciones sociales y la estructura económica.

 

4.1. ALIENACIÓN E IDEOLOGÍA. En la sociedad capitalista tanto la infraestructura como la superestructura están alienadas. Alienación significa desposesión, pérdida de algo que nos pertenece, y por extensión falsa conciencia respecto a la realidad en que nos encontramos. El hombre no es un objeto, sino un sujeto transformador de la realidad a través del trabajo, gracias al cual se desarrolla, proyectándose sobre los productos que crea, en los que pone algo de su propio ser.

 

En las sociedades industriales la relación que el trabajador establece con el producto de su trabajo no es creativa. El trabajo en cadena impide la identificación del trabajador con el producto creado en parte por él. El mismo trabajador, al convertirse en un asalariado vendiendo su propio tiempo, queda reducido a objeto a mercancía o valor de cambio, a puro medio en manos del capitalista, sufriendo así alienación. La alienación principal, la que padece el obrero se manifiesta de las siguientes maneras: El hombre se separa de su proyección (el producto de su trabajo ya no le pertenece); Se convierte en instrumento de otro hombre, y pasa a ser considerado un obrero; Las relaciones humanas que se establecen entre obreros y patronos se convierten en relaciones conflictivas, formándose dos clases antagónicas: proletarios y burgueses. Todas estas circunstancias que conforman las relaciones productivas hacen del hombre un objeto y no un sujeto. Básicamente en esto consiste la alienación: en la separación del hombre de sí mismo.

 

5. LA LUCHA DE CLASES. DICTADURA DEL PROLETARIADO

 

La ECONOMÍA es la base y el fundamento de las relaciones sociales. Ahora bien, en la estructura económica se pueden diferenciar dos elementos, fuerzas productivas y relaciones de producción. Las primeras son todos aquellos medios, instrumentos y la propia actividad humana mediante los cuales los individuos humanos intervienen en la producción. Las segundas son las relaciones que se establecen entre los propietarios de los medios de producción y los productores directos. Las relaciones de producción dan lugar a diferentes modos de producción: primitivo, esclavista, feudal, capitalista... En cada modo productivo se dan un tipo diferente de relaciones; en el capitalismo, el capitalista se adueña de las fuerzas productivas: instalaciones, maquinarias y otros medios, al mismo tiempo que, mediante el salario, se adueña también de la fuerza de trabajo del obrero.

 

Marx cree que esta situación no es justa, sólo mediante la actividad revolucionaria la economía burguesa será sustituida por la economía socialista y ésta, a su vez, desembocará en una economía comunista. El motor es la lucha de clases. Las clases dominantes lo son porque someten y explotan a las clases inferiores, pero éstas, según van tomando conciencia de su situación, se organizan y luchan para salir de su estado. El paso de unas estructuras económicas a otras se produce por la lucha contra la opresión.

 

Pero la economía capitalista, por su propio desarrollo, supone la guerra de todos contra todos. Porque no solamente los proletarios poseen intereses contrapuestos a los capitalistas, sino que los capitalistas son rivales entre sí, y algo parecido sucede con el proletario, ya que ante la escasez de trabajo y la abundancia de fuerza obrera se tiende a disminuir el precio del salario, y por otra parte, en cualquier momento un obrero puede ser sustituido por otro. Esta rivalidad de todos contra todos es consustancial al sistema: el capitalista necesita explotar al obrero para obtener mercancías más baratas para contrarrestar la competencia de otros capitalistas, de tal modo que el que no consiga obtener plusvalía suficiente para mantener y ampliar su negocio, se arruinará y pasará a ser proletario. Así, el número de proletarios será cada vez mayor y bajarán los salarios. Los medios de producción se irán concentrando cada vez más en unos cuantos capitalistas. Debería llegar un momento en que, debido a la abundancia de masa obrera y la escasez de trabajo, éste fuera tan barato que los salarios ni siquiera cubrieran las necesidades alimenticias mínimas de los proletarios.

 

Marx cree que el proletariado irá tomando conciencia de su auténtica situación, y se unirán para acabar con la opresión y provocar así la crisis del capitalismo: los desposeídos desposeerán a los poseedores, consiguiendo así la erradicación del capitalismo, que será sustituido por el socialismo, el cual consiste básicamente en la abolición de la propiedad privada de los medios de producción, que pasarán a pertenecer a los trabajadores. Esta situación de dominio obrero se asegurará mediante la Dictadura del proletariado.

 

 

5. UTOPÍA MARXISTA. Una vez realizada la revolución y consumado el triunfo de los trabajadores, desaparecerá la división de clases y todos los seres humanos serán una fraternidad internacional, gracias a la cual, se eliminará la injusticia.

 

La sociedad socialista no es el punto final. Sí es cierto que en ella se abolirá la propiedad privada de los medios de producción, desaparecerá la explotación, y el valor de cambio será sustituido por el de uso. Pero sólo es un paso intermedio en virtud del cual se irá preparando a la sociedad en los nuevos valores. El estadío definitivo será la sociedad comunista; en ella los seres humanos trabajarán libremente, habrá superabundancia, desaparecerá el valor de cambio y se instaurará el de uso, y estará regido por el principio: a cada cual según sus necesidades, que siempre podrán ser satisfechas con facilidad.

Texto. K. Marx, Manuscritos de economía y filosofía, I.

¿En qué consiste., entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no  pertenece a su  ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no  se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador sólo se siente en sí  fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí. Está en lo suyo cuando no trabaja y  cuando trabaja no está en lo suyo. Su trabajo no es, así, voluntario, sino forzado, trabajo  forzado. Por eso no es la satisfacción de una necesidad, sino solamente un medio para  satisfacer las necesidades fuera del trabajo. Su carácter extraño se evidencia  claramente en el hecho de que tan pronto como no existe una coacción física o de  cualquier otro tipo se huye del trabajo como de la peste. El trabajo externo, el trabajo en que  el hombre se enajena, es un trabajo de auto-sacrificio, de ascetismo. En último  término, para el trabajador se muestra la exterioridad del trabajo en que éste no es suyo,  sino de otro, que no le pertenece; en que cuando está en él no se pertenece a sí  mismo, sino a otro. Así como en la religión la actividad propia de la fantasía humana, de la mente y del corazón humanos, actúa sobre el individuo independientemente de él, es  decir, como una actividad extraña, divina o diabólica, así también la actividad del  trabajador no es su propia actividad. Pertenece a otro, es la pérdida de sí mismo.

 

TEMA. Análisis de la enajenación en el trabajo propia del modo de producción capitalista.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) La enajenación en el trabajo consiste en que el trabajo es externo al trabajador; en él no se siente feliz ni libre. 2) En consecuencia, el trabajo no es voluntario, sino forzado, pues solo es un medio para satisfacer las necesidades y supone auto-sacrificio y mortificación. 3) Dicho trabajo no pertenece al trabajador, sino al capitalista que posee los medios de producción. De esta manera, el trabajador no es dueño de sí mismo, pertenece a otro.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto analiza la alienación del trabajo (económica) y expone sus rasgos: el trabajo es externo al trabajador y es forzado (medio para satisfacer necesidades). En la 2ª parte, Marx prueba el carácter alienante del trabajo: en él, el trabajador pertenece a otro.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El concepto de alienación es la pérdida de la libertad del ser humano en el Capitalismo. De la alienación en el trabajo derivan otras alienaciones. Para Marx el trabajo es la esencia del ser humano, necesario para realizarnos. Pero, en el capitalismo, el trabajo es externo al trabajador, exterior a su ser. No afirma al individuo, ni le hace feliz, ni libre. Por el contrario, supone su negación, su infelicidad y una mortificación. El trabajador trabaja para tener un salario con el que satisfacer sus necesidades. Se ve forzado a trabajar, pero en el trabajo está enajenado, sacrificado. La prueba de que es un trabajo alienante es que, en su actividad, el trabajador se pierde a sí mismo, ya que tanto el tiempo que trabaja como el producto del trabajo le pertenecen al burgués dueño de los medios de producción.

 

La alienación económica provoca otras alienaciones: la alienación social (deriva de la división de la sociedad en clases enfrentadas); la alienación política (fruto de la separación entre sociedad civil y  Estado), la alienación religiosa (referencia en el texto) y la alienación filosófica (conciencia ideológica del ser humano). Marx persigue la superación de la alienación, objetivo que solo será realidad cuando desaparezca la propiedad privada de los medios de producción y, con ella, las clases sociales; cuando se supere el sistema capitalista. 

NIETZSCHE. CRÍTICA A LA CULTURA OCCIDENTAL.

La filosofía de Nietzsche es un SI a la vida y un No a lo que la destruye. Por eso ataca al RACIONALISMO griego (Platón) y al CRISTIANISMO (mortificación y el sacrificio).

 

1.- CRÍTICA LA CULTURA OCCIDENTAL.

1.1.- CRÍTICA A LA METAFÍSICA (Filosofía) TRADICIONAL. Critica a la ONTOLOGÍA TRADICIONAL (la Filosofía de la Naturaleza). Sócrates es enemigo de la vida. Dijo que la Razón es la Virtud y lleva a la Felicidad (Intelectualismo Moral). Supone decir que la felicidad se logra con la razón, como si fuera el único valor de la vida. Toda la filosofía occidental se basa en la metafísica de Platón. Su error es la división de mundos: mundo inteligible (verdadero) y mundo sensible (una copia). Inventa otro mundo, pero falsea la vida porque no soporta el dolor, el sufrimiento, la muerte. Además critica la EPISTEMOLOGÍA TRADICIONAL (Tª del Conocimiento). Intenta captar la realidad racionalizándola con conceptos como si estuviese hecha de ellos. Hay un desprecio hacia los sentidos (nos llevan a error y su mundo es cambiante). Lo que existe son las cosas individuales que nunca son iguales. A partir de ellas, por abstracción, formamos los conceptos. Pensamos que el concepto es la verdadera realidad, pero son  generalizaciones para hacer frente al cambio de la vida. Así se crea un mundo irreal de conceptos, opuesto al mundo real cambiante y compuesto de seres individuales.

 

CONSECUENCIAS:

1) EL RECHAZO DEL CAMBIO (el mundo cambiante es el único que hay).

2) CONFUSIÓN ENTRE LO ÚLTIMO (conceptos) Y LO PRIMERO (realidad cambiante).

3) SE VE AL SER COMO ALGO FIJO. Momificación de la vida. Lo que existe es un mundo en devenir (Heráclito).

4) LA VERDAD COMO LO OPUESTO AL ERROR. No hay verdades absolutas, no hay hechos sino interpretaciones, no hay verdad sino valoración subjetiva.

 

1.2.- CRÍTICA A LA MORAL JUDEO-CRISTIANA. Esta moral se basa en Platón y su mundo de las Ideas y su consecuencia es el Cristianismo. La moral judeo-cristiana niega la vida, es hostil a los sentidos, a pasión, la carne. Ve la vida como tránsito hacia la vida verdadera, la unión con Dios en otro mundo. Esta moral nace del resentimiento, va contra los instintos vitales, quita el sentido a la vida y la sostiene en Dios. Por ello, hay que acabar con ello para que aparezca el Superhombre, que transmutará los valores, creará una moral que afirme la vida. Dios es un obstáculo con el que hay que acabar.

 

1.3.- CRÍTICA A LA ILUSTRACIÓN, AL IDEALISMO Y A LAS CIENCIAS POSITIVAS. Dios agoniza desde el Renacimiento, pero no termina. ¿Por qué? Porque la Ilustración ataca los dogmas de la Iglesia, su poder, pero deja intacto el dualismo cristiano. Los ilustrados y el Idealismo Hegeliano fundamentan la verdad en la Razón. Sustituyen a Dios por la Razón (la idea de progreso sustituye a la providencia divina). Nietzsche critica al mecanicismo y positivismo de su época, por ser cuantitativa, por eliminar lo cualitativo y no penetrar en lo que las cosas son. Esa ciencia no sirve para explicar al ser humano.

 

2.- Superhombre, ETERNO RETORNO y VOLUNTAD DE PODER

La consecuencia del proceso histórico de negación de la vida es el Nihilismo: actitud vital y filosófica que niega todo valor a la existencia o la hace girar alrededor de algo inexistente. La muerte de Dios deja al hombre sin valores y sin brújula, desorientado y perdido.

 

2.1.- LA VOLUNTAD DE PODER. Para Nietzsche, la vida, la realidad es cambiante y múltiple, por lo que es imposible llegar a una comprensión fija y estática de ella. Sólo puede ser captada bajo distintas perspectivas. Frente a ello, Nietzsche propone la voluntad de poder: voluntad de apariencia, de error. Favorece la vida y capta su esencia: el incesante devenir que no tiene fin. Lo importante no es que las cosas sean verdaderas o falsas sino que favorezcan o no a la vida. Usa la metáfora como acceso al mundo. La metáfora no estratifica la realidad y es consciente de que cuando clasifica hechos lo hace de modo arbitrario. La única relación metafísica posible con la realidad es la artística porque exalta el aspecto fundamental de la voluntad de poder: la creatividad.

 

2.2.- LA TRANSVALORACIÓN MORAL Y EL IDEAL DEL SUPERHOMBRE. Los valores tradicionales desaparecen por el nihilismo. Una vez superados son posibles unos valores nuevos que afirmen la vida. Hay que amar la vida de forma que se quiera volver a vivirla porque todo se repite eternamente (ETERNO RETORNO). El hombre es un puente hacia el SUPERHOMBRE. Así será cuando haya renunciado al ideal cristiano-judaico-democrático. Solo nos queda preparar su llegada mediante la gran política. ¿Cómo? Tres fases:

 

A.    El camello simboliza a los que obedecen ciegamente. Se arrodillan y recibir la carga, las obligaciones sociales (moral de esclavos).

B.    El camello que quiere ser más se transforma en león, símbolo revolucionario que se levanta contra la moral tradicional (moral de esclavos).

C.    Después de romper las cadenas, el león ha de transformarse en un niño para, desde la pureza de la infancia, hacer una nueva tabla de valores (moral de señores).

 

El superhombre no cree en la igualdad que no es más que una artimaña de los débiles, de los cristianos y de los socialistas. La igualdad lleva a la moral de rebaño, de esclavos. El hombre superior se ríe de los valores del mundo suprasensible, sabe que él mismo los ha creado. La vida se torna en experimento: hay posibilidades para vivir cada día con más fuerza y amor hacia la vida. El superhombre se afirma en el devenir de la vida sin necesidad de crear otro mundo donde consolar la angustia producida por un espíritu incapaz de soportar la imagen trágica del mundo.

 

 

 

 

TEXTO. NIETZSCHE. Así habló Zaratustra, “De las transformaciones”. Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convierte en camello, y el camello en león, y el/eón, por fin, en niño. ¿Qué es pesado?, así pregunta el espíritu de carga, y se arrodilla, igual que el camello, y quiere que lo carguen bien. ¿Acaso no es humillarse para hacer daño a la propia soberbia? ¿Hacer brillar la propia tontería para burlarse de la propia sabiduría? Con todas estas cosas, las más pesadas de todas, carga el espíritu de carga: semejante al camello que corre al desierto con su carga, así corre él a su desierto. Pero en lo más solitario del desierto tiene lugar la segunda transformación: en león se transforma aquí el espíritu, quiere conquistar su libertad como se conquista una presa y ser señor en su propio desierto. Aquí busca a su último señor: quiere convertirse en enemigo de él y de su último dios, con el gran dragón quiere pelear para conseguir la victoria. ¿Quién es el gran dragón, al que el espíritu no quiere seguir llamando señor ni  dios? ''Tú debes" se llama el gran dragón. Pero el espíritu del león dice "yo quiero". Crear valores nuevos tampoco el león es aún capaz de hacerlo: mas crearse libertad para un nuevo crear, eso sí es capaz de hacerlo el poder del león. Crearse libertad y un no santo incluso frente al deber: para ello, hermanos míos, es preciso el león. Pero decidme, hermanos míos, ¿qué es capaz de hacer el niño que ni siquiera el león ha podido hacer? ¿Por qué el león tiene que convertirse todavía en  niño? Inocencia es el niño, y olvido, un nuevo comienzo, un juego, una rueda que se mueve por sí misma, un primer movimiento, un santo decir sí. Tres transformaciones del espíritu os menciono: cómo el espíritu se convirtió en camello, y el camello en león, y el león, por fin, en niño.

 

TEMA. Evolución histórica de la moral simbolizada en la triple transformación del espíritu: en camello, en león y en niño.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) El camello se humilla y se burla de su propia sabiduría. 2) El león quiere conquistar su libertad y se enfrenta al deber. 3) El niño, inocente y sin prejuicios, crea nuevos valores.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto habla de la evolución histórica de la moral: el camello representa la moral judeocristiana; el león, al nihilista, opuesto a la moral tradicional, y el niño, la nueva moralidad que supera los estadios anteriores.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El texto explica cómo superar la decadencia de la civilización occidental. Describe la evolución histórica de la moral. Primero, con la moral judeocristiana el hombre acepta (carga) los valores de una religión contraria a la vida, una falsa interpretación de la realidad (la existencia de un mundo perfecto más allá de lo sensible). El camello, domesticado y dirigido por otro, representa la resignación del cristianismo. Pero, en el desierto el camello se convierte en león, el ser humano reclama su libertad y niega las normas impuestas por la religión. El león es la imagen del nihilista que ha perdido el sentido de la vida, se ha quedado sin valores. Para Nietzsche, el último reducto de la religión es la moralidad, el Tú debes. El deber moral (Kant) es opuesto a la vida. El león representa el pesimismo y la decadencia de Occidente, consciente del sinsentido de los valores tradicionales, pero incapaz de inventar otros nuevos. Solo la aparición de un nuevo hombre (el superhombre), representado por el niño, posibilitará crear nuevos valores y una nueva humanidad que acepte la vida y la realidad como cambio. El niño llevará a cabo la «transvaloración de los valores», la creación de una nueva moral que afirme la vida. La condición para que se inicie esta nueva etapa de la humanidad es reconocer que «Dios ha muerto», la superación del cristianismo y de la cultura occidental decadente.

TEXTO. WITTGENSTEIN, Investigaciones filosóficas, 23.

 ¿Pero cuántos géneros de oraciones hay? ¿Acaso aserción, pregunta y orden? Hay innumerables géneros: Innumerables géneros diferentes de empleo de  todo lo que llamamos "signos", "palabras", "oraciones". Y esta multiplicidad no es algo fijo, dado de una vez por todas; sino que nuevos tipos de lenguaje, nuevos juegos de lenguaje, como podemos decir, nacen y otros envejecen y se olvidan. (Una figura aproximada de ello pueden dárnosla los cambios de la matemática). La expresión ''luego de lenguaje" debe poner de relieve aquí que hablar el  lenguaje forma parte de una actividad o de una forma de vida. Ten a la vista la multiplicidad de juegos de lenguaje en estos ejemplos y en otros: dar órdenes y actuar siguiendo órdenes, describir un objeto por su  apariencia o por sus medidas, fabricar un objeto de acuerdo con una descripción (dibujo), relatar un suceso, hacer conjeturas sobre el suceso, formar y comprobar una  hipótesis, presentar los resultados de un experimento mediante tablas y diagramas, inventar una historia y Ieerla,, actuar en teatro, cantar a coro, adivinar acertijos, hacer un chiste y contarlo, resolver un problema de aritmética aplicada, traducir de un  lenguaje a otro, suplicar, agradecer, maldecir, saludar, rezar.

 

AUTOR. Filósofo austríaco del siglo XX. Iniciador de la filosofía analítica, que considera la ciencia el único conocimiento verdadero y que afirma que la función de la filosofía no es elaborar teorías, sino analizar el lenguaje. El segundo Wittgenstein estudia el uso del lenguaje.

 

TEMA. Los diferentes tipos de juegos de lenguaje.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) El texto comienza planteando cuántos tipos de oraciones existen, según el autor, son innumerables. 2) Los múltiples juegos de lenguaje no son fijos, surgen nuevos, cambian y desaparecen. 3) La expresión “juego de lenguaje” indica que el lenguaje es actividad. 4) Se enumeran muchos juegos de lenguaje, con la que intenta mostrar su enorme diversidad.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto expone en qué consisten los juegos de lenguaje. Se plantea cuántos géneros de oraciones existen y responde que hay múltiples juegos de lenguaje. Después, presenta las características de esos juegos: sometidos a constantes cambios (surgen nuevos y otros desaparecen), se refieren a una actividad, al uso del lenguaje. Por último, nos ofrece una extensa lista de juegos de lenguaje que indica su gran diversidad de aplicaciones.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El tema del texto, los juegos de lenguaje, es el concepto fundamental de la filosofía del segundo Wittgenstein. En el Tractatus, sostenía que el único lenguaje con sentido era el lenguaje descriptivo, el de las ciencias de la naturaleza. En él, las proposiciones se refieren al mundo e intentan representarlo. La posición de este texto es diferente. Aquí se indica que el significado de las palabras o de las oraciones no viene dado por su referencia, sino por su uso. Para poder hablar un lenguaje no nos basta con conocer los nombres y sus referencias, necesitamos saber usar las palabras. El concepto de juego de lenguaje se refiere al uso de dicho lenguaje. Por eso, Wittgenstein afirma que hay muchas formas de usar el lenguaje. Una característica de los juegos de lenguaje es que están en constante cambio, surgen nuevos y otros desaparecen. Eso es porque los juegos de lenguaje forman parte de la vida, en la que nada hay estable. En la última parte del texto, se enumeran algunos juegos de lenguaje. La variedad de esa lista, en la que aparecen desde dar órdenes o relatar un suceso, a las adivinanzas, los chistes o las maldiciones indica la gran riqueza de usos del lenguaje. En este sentido, el lenguaje ya no se limita a describir el mundo, sino que es como una caja de herramientas que permite innumerables usos. No existe un único uso del lenguaje.

TEXTO. ORTEGA Y GASSET. Historia como sistema, 1.

La vida humana es una realidad extraña, de la cual lo primero que  conviene decir es que es la realidad radical, en el sentido de que a ella tenemos que referir  todas las demás, ya que las demás realidades, efectivas o presuntas, tienen de  uno u otro modo que aparecer en ella. La nota más trivial, pero a la vez la más importante de la vida humana, es  que el hombre no tiene otro remedio que estar haciendo algo para sostenerse en la  existencia. La vida nos es dada, puesto que no nos la damos a nosotros mismos, sino que nos encontramos en ella de pronto y sin saber cómo. Pero la vida que nos es dada no nos es dada hecha, sino que necesitamos hacérnosla nosotros, cada cual la suya. La vida es quehacer. Y lo más grave de estos quehaceres en que la vida consiste no es que sea preciso hacerlos, sino, en cierto modo, lo contrario; quiero decir, que nos encontramos siempre forzados a hacer algo pero no nos encontramos nunca  estrictamente forzados a hacer algo determinado, que no nos es impuesto este o el otro quehacer, como le es impuesta al astro su trayectoria o a la piedra su gravitación. Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por su cuenta y riesgo, lo que va a hacer.

 

AUTOR. Filósofo español siglo XX, quería asimilar rasgos de la cultura europea para superar crisis en España. Influido por la filosofía alemana, el neokantismo. Es vitalista, parte de la vida como realidad radical.

 

TEMA. La vida humana es la única realidad radical.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) La vida humana es la realidad radical porque a ella se refieren todas las demás realidades. 2) El rasgo más importante de la vida humana es que siempre debemos estar haciendo algo. 3) La vida nos es dada, pero nos es dada sin determinar; nosotros tenemos que hacerla. 4) Antes de actuar debemos decidir qué vamos a hacer, puesto que somos libres y no se nos impone ningún quehacer.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto comienza definiendo la vida humana: la realidad radical que da sentido a todo. Después, se centra en un rasgo fundamental de la vida: para existir debemos estar haciendo algo (de ahí que también la defina como «quehacer»). En la última parte se precisan las características de este quehacer: no está determinado, es decir, somos libres y, en consecuencia, antes de actuar hemos de decidir cómo hacerlo.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El texto nos habla del concepto fundamental de la filosofía de Ortega: la vida como realidad radical. Según él, la realidad más inmediata e indudable es la vida y no el sujeto pensante de Descartes (pienso, luego existo). La primera definición de la vida humana es que es la realidad radical. Cualquier otra realidad ha de referirse a ella para tener sentido; desde nuestra vida dotamos de sentido a todo cuanto existe. Según Ortega, la vida incluye no solo al sujeto, sino también el mundo (Yo soy yo y mi circunstancia). Ahora bien, la circunstancia (el mundo), no es una realidad fija y determinada, depende de la perspectiva de cada persona. El hombre siempre ha de estar haciendo algo para existir. El yo no es pasivo, es su actividad la que lo define; la muerte se identifica con la ausencia de actividad. Nuestras acciones persiguen una finalidad que cada uno hemos elegido; la naturaleza no fija de manera determinante nuestro proyecto vital. No estamos determinados a ser de una u otra forma; la circunstancia presenta siempre varias opciones. Mientras los seres inanimados siguen las leyes de la física o los animales obedecen a sus instintos, los seres humanos no están determinados por leyes ajenas a su propia voluntad. Somos libres para escoger, si bien las posibilidades de elección no son ilimitadas. En conclusión, el yo, el sujeto, construye su vida, realiza su proyecto dentro de la circunstancia en la que se encuentra.

TEXTO. SARTRE. El existencialismo es un humanismo

Estamos solos, sin excusas. Es lo que expresaré diciendo que el hombre está condenado a ser libre. Condenado, porque no se ha creado a sí mismo, y sin embargo, por otro lado, libre, porque una vez arrojado al mundo es responsable de todo lo que hace. El existencialista no cree en el poder de la pasión. No pensará nunca que una bella pasión es un torrente devastador que conduce fatalmente al hombre a ciertos actos y que por consecuencia es una excusa; piensa que el hombre es responsable de su pasión. El existencialista tampoco pensará que el hombre puede encontrar socorro en un signo dado sobre la tierra que la oriente; porque piensa que el hombre descifra por sí mismo el signo como prefiere. Piensa, pues, que el hombre, sin  ningún apoyo ni socorro, está condenado a cada instante a inventar al hombre.

 

AUTOR. Filósofo existencialista francés del XX. Comprometido políticamente durante toda su vida, estuvo en la Resistencia francesa contra el nazismo, presidió el Tribunal de Crímenes de Guerra y perteneció al Partido Comunista Francés. En lo filosófico intentó hacer compatibles el existencialismo y el marxismo.

 

TEMA. El hombre está condenado a ser libre.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) El texto comienza afirmando que el hombre no se ha creado a sí mismo, es decir, no ha elegido existir, pero es responsable de todo lo que hace (es libre). 2) Para el existencialista, la pasión nunca es la causa última de nuestros actos; el hombre es responsable de su pasión. 3) Según el existencialista, tampoco hay signos que nos orienten, pues somos los humanos los que interpretamos tales signos. 4) En conclusión, el hombre está solo y condenado a elegir cómo es en cada momento.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto es circular, la idea de inicio es la que aparece al final: el ser humano está solo, condenado a ser libre. Hay dos causas de nuestras acciones: la pasión (que nos arrastra), y los signos que encontramos y que nos orientan al actuar. No son aceptables para el existencialista. El hombre es responsable de su pasión y descifra por sí mismo los signos. Concluye que el hombre ha de inventarse constantemente.

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El texto parte de una afirmación de Sartre: estamos conde-nados a ser libres. Esto significa que (para el existencialismo), los seres humanos no tenemos una esencia común; lo único que nos define es nuestra libertad. A lo largo de la vida, nuestras decisiones y nuestras elecciones van concretando cómo somos. Nos encontramos con la existencia (nadie se crea a sí mismo) y, por tanto, estamos condenados a ser libre. La soledad al tomar decisiones (no podemos usar valores universales), nos provoca angustia. No estamos seguros de haber tomado la decisión correcta. La angustia surge de nuestra conciencia de libertad; nos sentimos inseguros, solos ante nuestras decisiones. Por eso no es raro que busquemos excusas para ocultarnos que somos libres. Una de las más habituales es recurrir a las pasiones, que nos arrastran sin poder evitarlo. Pero somos responsables de la pasión, elegimos libremente seguirla o no. La siguiente idea señala cómo evitar la soledad de nuestras decisiones: habría signos externos que nos dicen cómo actuar. Esto no es creíble para Sartre, puesto que somos responsables de la interpretación de tales signos. Son excusas fruto del autoengaño. Para evitar sentir la angustia de la libertad, procuramos creer que hay circunstancias o pasiones que nos obligan; o recurrimos a normas y valores ajenos para justificarnos, el más común es Dios como origen de la norma moral. Todo es un intento de huida de lo que somos: libres. De ahí que, como el texto concluye, estamos condenados a inventarnos constantemente; nada nos obliga ni nos determina.

TEXTO. HABERMAS. Acción comunicativa y razón sin trascendencia

Cuando hay un debate ético en el que participan personas de diferentes  credos religiosos y diferentes culturas, las perspectivas iniciales de los  participantes, que tienen su raíz en su propia religión y cultura, van "descentrándose" (los  participantes van dejando de ver todo desde su propia perspectiva para ir poniéndose en el  lugar de los otros) cada vez con más fuerza [...] a medida que el proceso de  interrelación mutua de las diferentes perspectivas se va acercando a la meta de la inclusión completa. Resulta interesante constatar que la práctica de la argumentación ética  apunta ya, por su propia dinámica, en esta dirección de que el participante en un debate  ético salga de su propia y exclusiva posición para incluirse en la posición del otro. Si atendemos al punto de vista del diálogo, bajo el cual sólo obtienen aceptación  aquellas normas morales que son igualmente buenas para todos, el discurso racional  aparece como el procedimiento más apropiado (para resolver un conflicto ético), ya que  se trata de un procedimiento que asegura la inclusión de todos los afectados y la  consideración equitativa de todos los intereses en juego.

 

AUTOR. Filósofo alemán actual. 2ª generación de la Escuela de Frankfurt. Estudia los problemas actuales desde la razón crítica con el objetivo de lograr la liberación y emancipación del ser humano.

 

TEMA. El diálogo basado en el discurso racional es el mejor instrumento para resolver los conflictos éticos interculturales.

 

IDEAS PRINCIPALES. 1) En los debates éticos entre personas de culturas diferentes, las posiciones se van acercando a las de los demás, dirigiéndose a incluir totalmente la opinión de los otros. 2) La propia naturaleza de la argumentación ética es la que nos lleva a ser capaces de ponernos en lugar del otro. 3) Desde el diálogo moral (aceptar solo las normas morales válidas para todos), el discurso racional es el mejor instrumento para resolver los conflictos éticos, ya que garantiza que todos los afectados participen y que todos los intereses sean tenidos en cuenta.

 

RELACIÓN ENTRE LAS IDEAS. El texto presenta el mejor camino para resolver los conflictos éticos. Parte de que en los debates éticos multiculturales los puntos de vista se acercan progresivamente, pues la argumentación racional produce este acercamiento. La conclusión es que si aceptamos el diálogo moral, por el que solo son admisibles las normas válidas para todos, el discurso racional es el mejor instrumento para resolver los conflictos.

 

 

EXPLICACIÓN DE LAS IDEAS. El texto aborda el debate sobre cómo llegar a un acuerdo en cuestiones éticas cuando los participantes son de diferentes culturas (valores, normas, costumbres y principios diferentes). Cuando hay un verdadero debate ético, los participantes van abandonando su propia perspectiva y asumen las posiciones de los demás. El objetivo es incluir los puntos de vista de todos. La dinámica de la argumentación ética nos pone en la posición de los demás. Si buscamos el consenso entre quienes pueden verse afectados por una norma moral, todos los que tomamos parte en el debate debemos entender y aceptar las opiniones de los demás. Si no es así, se convierte en imposición de un punto de vista. Habermas sitúa el debate ético en el plano de la comunicación imparcial, en la que quedan excluidos los privilegios e impide la manipulación y que sea utilizada como instrumento al servicio del poder. La clave está en que las personas acuerden seguir ciertas pautas de actuación después de una discusión en la que los participantes reflexionen sobre los valores y las normas que convienen a todos. La igualdad y la imparcialidad son las condiciones previas del debate ético. En la última parte del texto, propone una ética dialógica o discursiva, en la que el diálogo determina la solución a un conflicto moral.

"Lo que se haga en contra de la naturaleza nos lo devolverá con el transcurrir del tiempo"

Gustavo Gómez Lizarazo